La presencia del agua en la poesía es infinita. Hoy le toca a Jorge Luis Borges y su maravillosa “Arte poética”, que vamos a interpretar en clave de futuro del agua.

Proyectamos los versos sobre el atractivo fondo del cajón del panameño río Chame y de las aguas que embravecidas en su angostura fluyen hacia el Pacífico. Y reflexionamos, poesía e imagen de río, sobre el futuro del agua, leitmotiv de este blog.

El poema de Borges comienza con una  mención al tópico manriqueño del río es vida, del sueño es vida. Y lo hace desde ese presente eterno que ilustra la imagen, para llevarnos en las alas del poema hacia el futuro, donde nos espera el tópico de Heráclito, el del río interminable.

Por el río fluyen todas las preguntas sin respuesta. Y quizás la poesía nos pueda resolver el enigma que su curso nos plantea. Es el único medio de indagación a nuestro alcance para resolver los enigmas inescrutables, como el río de Heráclito.

El futuro del río, el futuro del agua, pasa sobre todo por la poesía, no por la prosa guerrera y administrativa. Borges, a pesar de su ceguera, lo vio sin necesidad de telescopio ni microscopio. Estaba en su mundo poético en el que «los rostros pasan como el agua«

Lorenzo Correa

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