¡Cuantos cauces deformados, sepultados y aniquilados habremos podido traer a esta sección! Años y años recorriendo tramos de ríos humanos sin dejar de sorprendernos al ver esos cauces urbanos expulsados de sí mismos. «Foragitados»,por las exigencias urbanísticas de movilidad. También de comodidad y por supuesto de ocupación de su lecho y espacio fluvial.

Tomamos del idioma catalán el concepto de «foragitados«. Palabra que viene del latín, foragitar, compuesta de fora, del latín FORAS, ‘afuera’, y gitar, del latín vulgar *IECTARE, ‘lanzar’

Pero por desgracia, los cauces de los que hablamos, sufrieron una violenta expulsión de sí mismos. Todo a causa del «progreso» perseguido en la mayoría de los cascos urbanos de nuestros pueblos y ciudades

Hemos visto coberturas y hasta dirigido algunas obras de este calibre en nuestra dilatada vida profesional. Siempre cerca de los cauces pequeñitos, modestos aunque orgullosos de su estirpe. Y ahora, cuando la edad nos permite ver más por el retrovisor que por el parabrisas del auto de nuestra vida, recordamos con nostalgia cómo eran antes de nuestra intervención.

Sin embargo, ya no hay nada que hacer para devolverlos al estado en el que los conocimos. Por eso, rezamos un emocionado responso por la salvación de su alma. Y deseamos fervientemente que los pocos que aún quedan, puedan salvarse de ser foragitados como sus ancestros.

Que nadie expulse a un cauce de sí mismo convirtiéndolo en un canal funcional, estrechito y feo. Que la estética se reconcilie con la obra hidráulica. Eso es lo que rezamos, esperando que se escuchen nuestras plegarias.

Lorenzo Correa

[spbsm-follow-buttons]

¡ Síguenos en las redes sociales !

¿Te interesa la gestión del agua desde la perspectiva del coaching?

Envía un correo a contacto@futurodelagua.compara más información sobre la participación de Lorenzo Correa en charlas, conferencias, formaciones o debates a nivel internacional