Cada año, cuando llega el mes de octubre en estas páginas nos acordamos de algo tan simple como el hábito del lavado de manos. En este 2023 los medios de comunicación se han hecho eco de los mensajes que los “expertos” en la gestión tradicional del agua les han ido enviando. Destaca el “cambio climático” como terrible ajustador de cuentas de los desmanes del ser humano con la Naturaleza. 

Según los arúspides del futuro del agua, ella se “defiende” de nosotros mediante la generación de sequías eternas, inundaciones terribles, erupciones volcánicas y todo tipo de fenómenos meteorológicos devastadores. 

Nosotros, desde nuestra humildad de viejos inexpertos, rompemos esa inercia culpabilizadora y preferimos hablar de algo tan sencillo como es el lavado de manos con jabón. Porque este hábito es una de las formas más eficaces y baratas de prevenir enfermedades infecciosas.  

Por desgracia, cada año, la neumonía y la diarrea matan a millón y medio de niños menores de cinco años. Pero si todo el mundo pudiera adquirir el hábito lavatorio, se podrían dividir por dos las muertes asociadas a la diarrea y por cuatro las asociadas a infecciones respiratorias agudas. 

Cierto es que lavarse las manos solo con agua es muy común en todo el mundo. Sin embargo, no es tan efectivo como hacerlo además con jabón. Porque solo con agua no se desprende la grasa y la suciedad, que son hábitats de gérmenes. Y es que el jabón descompone ambas y facilita el frotamiento y la fricción. Con jabón, no hay enfermedad 

Este hábito, además ayuda a sortear los obstáculos a las oportunidades económicas, permite a los niños ir a la escuela y crecer más sanos y contribuye al fortalecimiento de las comunidades. El lavado de manos con jabón se incluye en el Objetivo 6.2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el saneamiento y la higiene. También es importante para alcanzar metas en torno a la supervivencia infantil, la nutrición, el género, la equidad y la educación. 

Los dos momentos principales para lavarse las manos son después del contacto con las heces, y antes del contacto con alimentos. Pero, a diferencia de lo que sucede con las vacunas, hay que lavarse las manos constantemente para que esto funcione. Que sea un hábito factible para todos. Por eso todos debemos tener jabón y agua y alguien que nos recuerde o seduzca para hacerlo regularmente.  

La Asociación Mundial del Lavado de Manos montó el primer Día Mundial del Lavado de Manos el 15 de octubre de 2008. Entonces, movilizó a 120 millones de niños en 73 países para que se lavaran las manos con jabón. Quince años más tarde, el Día Mundial del Lavado de Manos tiene el apoyo de innumerables gobiernos, instituciones internacionales, organizaciones civiles, organizaciones no gubernamentales, empresas privadas y comunidades de todo el mundo.  

Este año, el leit motiv del Día Mundial del Lavado de Manos se dirige a poner atención en esta práctica en un ámbito sistémico, que trascienda al individual. Porque la experiencia demuestra que se deben triplicar los esfuerzos en materia de higiene de manos para alcanzar los objetivos globales .Por ello hay que ir más allá  del comportamiento individual de higiene de manos, y generar un entorno propicio que apoye la ampliación de la higiene de manos dentro de un sistema local.  

El lema de este año es “Las manos limpias están al alcance de la mano”. Y potencia el acceso a instalaciones para la higiene de manos, que en general continúa siendo muy escaso. Se necesitan instalaciones convenientemente ubicadas y fáciles de usar. Porque las personas sólo se lavarán las manos si tienen agua y jabón en instalaciones cercanas a su residencia, colegio o trabajo y accesibles para todos. . 

Por fortuna, desde 2015, la cobertura de los servicios básicos de higiene ha aumentado del 67% al 75%, sobre todo en zonas rurales (del 53% al 65%) y permaneciendo sin cambios, en un 83%, en las zonas urbanas. 

Hay 84 países incluidos en el último informe del ‘Joint Monitoring Program o JMP’ (Programa de Supervisión Conjunta, administrado por la ‘WHO’ (la Organización Mundial de la Salud) y UNICEF (El Fondo de Niños de las Naciones Unidas. De ellos, solo 11 están en condiciones de lograr el acceso universal para 2030, mientras que 56 van a ritmo de tortuga. Y lo peor es que 7 han ralentizado su progreso.  

Según las últimas estimaciones, ninguna región de los ODS está en camino de lograr el acceso universal para 2030 y la tasa general de progreso deberá triplicarse para alcanzar las metas globales de los ODS. Si bien el JMP a menudo destaca las desigualdades en los niveles de servicio entre y dentro de los países, también es importante señalar las disparidades entre los subgrupos de población.  

Es ampliamente observado que el acceso a los servicios de higiene afecta a mujeres y hombres de diferentes maneras. Esto se debe en parte a necesidades específicas (es decir, las mujeres y las niñas pueden necesitar acceso a instalaciones para lavarse las manos para necesidades de higiene adicionales, como la salud menstrual), así como a diferencias en las normas, roles y responsabilidades de género relacionados con la higiene.  

Por eso, el Programa Conjunto de Vigilancia del Abastecimiento de Agua, el Saneamiento y la Higiene (JMP) de la OMS y UNICEF supervisa los avances en materia de higiene de manos. Sus datos indican que 2 mil millones de personas en todo el mundo todavía carecen de acceso a servicios básicos de higiene. En ellos se incluyen 653 millones de personas que no cuentan con ningún tipo de instalación para lavarse las manos en 84 países. 

Además, el lavado de manos proporciona un retorno muy alto de la inversión. Un estudio determinó que los programas nacionales de lavado de manos en la India y China proporcionarían un retorno de la inversión de 92 veces y 35 veces, respectivamente. Las inversiones en el lavado de manos pueden proporcionar beneficios de salud similares a las inversiones en agua y saneamiento. Con costes mucho más bajos y además pueden integrarse con la programación existente para ahorrar costos. 

También las inversiones en la promoción del lavado de manos con jabón pueden maximizar los beneficios de las inversiones en infraestructura de suministro de agua y saneamiento. Y además reducir los riesgos para la salud de las familias que no tienen acceso a los servicios básicos de saneamiento y suministro de agua. Y garantizar que las inversiones en el suministro de alimentos, la mejora de la calidad de la atención médica y la educación sean efectivas. Con frecuencia, el costo no es el principal obstáculo para la práctica del lavado de manos. Porque la mayoría de los hogares de todo el mundo ya tienen jabón, aunque se utiliza comúnmente para lavar la ropa, lavar los platos o bañarse. 

Por desgracia, un hábito que parece tan simple, requiere colaboración y coordinación entre múltiples actores. Que deberán estar interconectados en todos los niveles del sistema (nacional, estatal y comunitario). En este sentido, los países deben adoptar un enfoque sistémico para garantizar que las manos limpias estén al alcance de la mano. Comprender las diferentes funciones y responsabilidades de los múltiples actores dentro de un sistema puede impulsar aún más el progreso en la higiene de manos. Un liderazgo fuerte requiere abordar los diferentes componentes del sistema para garantizar un entorno propicio sólido para la higiene de manos. 

Los sistemas se componen de diferentes “bloques de construcción” que respaldan la higiene de manos. Saneamiento y Agua para Todos (SWA) describe los siguientes elementos básicos como componentes críticos de un sistema sólido de higiene de manos. Este marco se ha adaptado aún más a través del Manual de lavado de manos de la Asociación Mundial para el Lavado de Manos. 

La creación de un entorno propicio sólido comienza con estrategias y planes nacionales sólidos para la higiene de manos que reúnan a diferentes sectores y partes interesadas. Si bien el liderazgo debe comenzar con el gobierno, otras partes interesadas, como los donantes, el mundo académico, las ONG, la sociedad civil y el sector privado, también desempeñan un papel importante a la hora de marcar el camino hacia el progreso. Estas estrategias y planes nacionales proporcionan mecanismos institucionales claros para la colaboración y sistemas para monitorear el progreso. La mayoría de los países cuentan con políticas y planes nacionales de higiene.  

De los 109 países encuestados para el Informe GLASS 2020, el 79% informó tener políticas nacionales de higiene. Por su parte, el 73% dijo que tenía un plan nacional de higiene. Sin embargo, pocos países tienen suficientes recursos financieros y humanos para implementar sus políticas y planes nacionales de higiene. Y solo el 9% reportan fondos suficientes para apoyar sus planes nacionales. El financiamiento debe provenir conjuntamente de gobiernos, donantes y hogares. Y los debates sobre el financiamiento deben ocurrir durante el proceso de desarrollo de políticas y planes. 

 A través de la Iniciativa Higiene de Manos para Todos, los países se han comprometido a desarrollar hojas de ruta de higiene de manos. Disponen de presupuestos que sirven como plan de acción del país para acelerar el progreso de la higiene de manos.  

En resumen, para garantizar que las manos limpias estén al alcance de la mano solo es posible si todas las partes interesadas trabajan juntas. Cualquier individuo u organización puede liderar el camino en lo que respecta a la higiene de manos. Para garantizar que las manos limpias estén al alcance de la mano, necesitamos que: 

• Los gobiernos fortalecerán los esfuerzos nacionales de higiene de manos. Y realizarán un seguimiento del progreso de la higiene de manos utilizando la herramienta Marco de Aceleración de la Higiene de Manos.  
• Los donantes aumentarán y mantendrán el financiamiento para cumplir los objetivos de higiene de manos. Invirtiendo en programas y planes/estrategias nacionales que sean sensibles a la higiene y promuevan hábitos de higiene de manos. Las empresas contribuirán a sistemas resilientes de higiene de manos a través de asociaciones, investigación, políticas, financiación e innovación.  

• Las instituciones utilizarán un enfoque multifacético para mejorar la higiene de manos en escuelas, centros de salud, lugares de trabajo y otros entornos institucionales.  
• Los investigadores llevarán a cabo más investigaciones para llenar los vacíos en la evidencia sobre higiene de manos. Centrándose en el cambio de comportamiento de higiene de manos y el retorno de la inversión de las intervenciones de higiene de manos.  
• Se debe concienciar sobre la importancia de la higiene de manos como parte esencial de la salud y el desarrollo. 

¡Feliz día mundial del lavado de manos 2023! 

Lorenzo Correa

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