El Noguera de Tort, dormido en Cavallers y despierto aguas abajo para los pescadores


Este jueves veraniego, volvemos a los Pirineos. Concretamente al río Noguera de Tort, afluente del Noguera Ribagorzana, allá donde las montañas ilerdenses del Pirineo están a punto de fundirse con sus hermanas oscenses.

Nuestra fotógrafa voluntaria de hoy es Carlota Comas. Paseando el río, topó con la presa de Cavallers y nos envió dos fotografías tan sugerentes como llenas de calidad. Realzan la estética del entorno granítico circundante y la tipología de la presa.

No en vano por las venas de Carlota corre sangre artística. La que ha heredado de la música y literatura que le han transmitido sus progenitores.

En las fotos vemos como los contrafuertes de la presa, se reflejan inversamente en las nubes del cielo. Y así crean un paisaje onírico y bellísimo que realza las masas graníticas de la montañas. Entre ellas, en 1960 se encajó la cerrada del embalse.

Admiramos el espejo de agua azul destinada a la producción hidroeléctrica. E imaginamos cómo era antes el lago de Cavallers. Ese que al alzarse la presa en sus 70 m de altura de coronación, ensanchó el cauce todavía muy joven del Noguera de Tort. Para hacerle creerse un río mucho más mayor

Todas las presas regulan la velocidad de los caudales circulantes. Otra cosa no pueden hacer si quieren domeñar a las avenidas. Y eso, tiene sus consecuencias en el Noguera de Tort, aguas abajo del embalse. Porque los pescadores que desde siempre habían extraído truchas del coto ubicado en ese tramo fluvial, comprobaron que las aguas pasaban a ser rápidas a lentas.

Entonces se crearon «tablas» fluviales favorecidas por fenómenos de semiendorreísmo y la escasez de pendientes. Letal para un río truchero. Con calados medios de 20 cm y fondo uniforme de gravas
pequeñas, no había refugio para los peces .

Afortunadamente cuando comenzó este siglo, se actuó para que el Noguera de Tort no quedara estéril en este tramo. Y se colocaron en su lecho grandes bolos de piedra de origen morrénico parta que crearan pozas que sirvieran de refugio y frezadero a las truchas.

Y así Carlota y todos los visitantes pueden disfrutar de un Noguera de Tort que combina los usos lúdicos y la pesca con la presencia de la presa de Cavallers. En amor y buena compañía, como corresponde a un río humano y pirenaico.

Noguera de Tort

Lorenzo Correa

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