Desentrañando las Causas de la Rotura de la Presa de Kajovka


Cuando éramos muy jóvenes nos tocó intervenir en la redacción de unos de los estudios de inundabilidad por rotura de una de las grandes presas de la cuenca en la que trabajábamos. Para nosotros, era el primero en el que interveníamos. Pero para las presas de la cuenca, también era uno de los primeros que contemplaban. Hoy la rotura de Kajovka nos ha hecho recordar muchas de las cosas que descubrimos entonces

Fue un intenso aprendizaje del que extrajimos una conclusión muy clara. Excepto cuando se dan circunstancias naturales catastróficas, como seísmos, tsunamis provocados por desprendimientos de laderas en el embalse o una concatenación de circunstancias excepcionales unidas a una avenida milenaria, es muy difícil “cargarse” una gran presa de hormigón.

Por todas estas razones nos llega que habría que descartar de entrada que la presa de Kajovka fracasara por motivos naturales. Poca o ninguna a información tenemos al respecto. Ni siquiera conocemos a nadie que haya podido ver y comentar sus planos. Pero como consideramos que este asunto va a dar mucho que hablar y escribir en el futuro, hemos procurado echar una ojeada a las informaciones publicada al respecto de ambos bandos. Y estos han sido los resultados.

Como sabemos cada margen de río Dniéper está en manos de uno de los contendientes en la guerra. Por lo tanto, la rotura de la presa y la inundación afecta directamente a todos. Y por ello, cada bando acusa al enemigo de la autoría de los hechos. No vamos a entrar ahí, porque no llegaríamos a ningún lado ni es el objeto de nuestra afición. Lo es el elogio y la divulgación de las obras hidráulicas, cuyo paradigma es la presa.

Los rusos, a través de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, califican de una «acción premeditada del régimen de Kiev» que «estaba planeada de antemano». Para argumentarlo afirmó que durante el mes de mayo, se abrieron compuertas en los embalses situados aguas arriba hasta llegar a incrementar el nivel del agua en Kajovka de 14 a 17,5 metros.

Añadió que la víspera de la voladura, “Kiev ordenó verter más agua en Kajovka”. Y que por eso, diez horas después de la destrucción, el nivel del agua no solo no bajó, sino que subió. También mencionó algo que coincide con declaraciones de norteamericanos y es que el ejército ucraniano ya había usado con anterioridad el sistema de lanzamisiles múltiple norteamericano HIMARS para intentar dañar la presa.
La conclusión rusa es que esta presunta voladura ucraniana, provocó en la margen izquierda del río que ocupan, miles de evacuados, una superficie inundada de 100.000 ha de terrenos agrícolas y el colapso de 31 redes de riego no sólo de la provincia de Jersón, sino también de las regiones colindantes de Dnipropetrovsk y Zaporiyia. Más de medio millón de ha a sumar a las anteriores.

Kajovka. Zona inundada aguas abajo tras la rotura

Lars Wilderäng – YOUTUBE

Por parte ucraniana, en la margen derecha del río, 20.000 abonados a las redes eléctricas se han quedado sin luz al anegar la avenida 129 subestaciones eléctricas.

Crucemos al otro lado de las trincheras. Hace unos días el diario New York Times publicó un extenso artículo al respecto. Quiso demostrar que la voladura se produjo el detonar los rusos cargas explosivas colocadas en la galería perimetral de la presa, en su punto más bajo y y por ello más cercano a la cimentación. Argumentan con bastante razón que una gran presa construida por los soviéticos en plena guerra fría debería estar “blindada” a los peores efectos provocados por ataques desde el exterior.

Sección transversal de la presa y galería, según la infografía realizada por The New York Times

Que hubo voladura, parece indiscutible, porque en el mismo artículo se publican algunos datos incontrovertibles. Entre las 2 y las 3 de la madrugada del 6 de junio, sensores sísmicos de Ucrania y Rumania detectaron grandes explosiones. Por su parte, habitantes cercanos las oyeron también a esas mismas horas. Y justo antes de que la presa cediera, los satélites de inteligencia estadounidenses captaron señales infrarrojas que también indicaban una explosión.

El diario useño concluye que aunque el nivel del agua comenzó a bajar, no ha podido todavía verse la sección que colapsó. En cualquier caso, afirma que hay grandes evidencias de que los cimientos han sufrido daños estructurales, por una explosión provocada por el lado que la controla: Rusia.

Y la última evidencia presentada por los ucranianos cuando escribimos este artículo es la de un coche fotografiado en coronación ante de la voladura con algo en su interior parecido a un barril de explosivos y un cable que se dirige hacia la zona de compuertas

Si viajamos unos meses hacia el pasado veremos que la presa había sido blanco de proyectiles en ese período. En su coronación y a ambos lados de las compuertas disponía de dos vías de cruce. Una para el ferrocarril y otra para tráfico rodado. Por supuesto, las dos estaban inutilizadas para impedir el cruce del río por la presa. Por parte ucraniana se destruyó la calzada al principio de las hostilidades y los rusos, en su retirada de noviembre de 2022 la acabaron de inutilizar para el paso.

Además, en mayo las imágenes de satélite mostraban vertidos de agua a través de algunas compuertas. Ellas ya no hacían su función, al estar dañadas por proyectiles. En esta foto se basan algunos voceros rusos para afirmar que esa fue la causa de la rotura. Y esta afirmación no parece tener muchos visos de realidad. Porque la destrucción de las compuertas no puede provocar la ruina de la estructura del núcleo de la presa . Por lo tanto, hoy por hoy, la hipótesis más creíble es la de la colocación de cargas en la galería antes citada.

Por supuesto, nada sabremos a ciencia cierta hasta que el embalse se vacíe lo suficiente para ver lo ocurrido. O se pueda visitar la galería presuntamente objeto de la voladura.

Cita el New York Times a un ingeniero que conoce el proyecto de la presa, porque trabajó en la administración de cuenca del Dniéper. Asegura que un proyecto diseñado y una obra ejecutada en la guerra fría que ha estado funcionando sin problemas estructurales durante más de 60 años, es casi indestructible por causas naturales. O por impactos en los paramentos o compuertas. Estaba diseñado para aguantar lo peor, al construirse en un clima de guerra fría. Apuesta por lo tanto por la hipótesis de cargas explosivas en la galería. Además, coincidirían con las detectadas por los sismógrafos. Y con los aumentos de temperatura antes aludidos. Ellos situaban la deflagración en una franja de 20 o 30 kilómetros de ancho que incluía la presa.

También se ha sabido que el 23 de abril, se derrumbó parcialmente un muro conectado a la sala de turbinas. Ello hace suponer problemas de erosión en el paramento de aguas abajo, el “delantal”. Además, hay otra cosa que se observa en las fotos de satélite anteriores a la voladura. Las grúas pórtico que dirigen y hacen posible el movimiento de las compuertas no habían funcionado desde mediados de noviembre.

Por lo tanto, el embalse vertía libremente al no tener ninguna barrera que lo impidiera. Y esta ausencia de regulación provocó que el embalse se fuera vaciando, llegando a su mínimo nivel en décadas en el mes de febrero. Sin embargo, supuestamente a causa de la apertura de compuertas de los 4 grandes embalses situados aguas arriba, a finales de mayo el nivel fue el máximo histórico

Para concluir este repaso a lo poco que se puede afirmar de las causa de la rotura de la presa, cabe señalar que no parece posible ninguno de los problemas que acabamos de indicar más arriba fueran los culpables del colapso producido. Porque la presa fracasó por fallos en la cimentación. Y el diario norteamericano aludido publica que ha tenido acceso a un video. En él se observa cómo está la presa una vez han descendido los niveles de agua tras la voladura. En él puede verse con claridad que además de no quedar ninguna compuerta sana, el hormigón de los cimientos también está muy dañado.

Así pues, todo parece indicar que la detonación de cargas explosivas en la galería perimetral fueron las causantes del fracaso de la presa. El daño ya está hecho y costará mucho repararlo. Ojalá los acontecimientos permitan cuanto antes poner manos a la obra. Para que la presa vuelva a ejercer su función y el embalse continúe generando riqueza a las comunidades de regantes. También energía y agua potable para todos los habitantes de su zona de influencia

Lorenzo Correa

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