Nos fascinan los ríos como a Cervantes le fascinaba Toledo, ciudad con río…¡ y qué río! Y este jueves nuestra fotógrafa, colega y amiga Marina Fedorova nos ha enviado fascinantes fotos de ríos peñascosos.

Después de agradecerle como siempre que nos surta de buenas imágenes fluviales, hemos pensado al verlas en Cervantes. Precisamente por lo de peñascosos. Porque en la lápida de cerámica honorífica situada en la Puerta de Bisagra de Toledo, se puede leer una frase dizque cervantina, extraída del maravilloso libro «Los trabajos de Persiles y Sigismunda». «Oh, peñascosa pesadumbre, gloria de España y luz de sus ciudades».

En realidad, resulta que la frase no es cervantina, sino que pertenece a José de Valdivielso. Él fue también un insigne dramaturgo de la ciudad imperial. Y viendo las fotos de Marina, imágenes de peñascosos ríos, tintados de la tristeza del crepúsculo, a nosotros nos viene también una peñascosa pesadumbre. Copiada de Cervantes y de Valdivielso, aunque referida a la pesadez de las rocas que pueblan los cauces.

Grises ríos uncidos por los peñascos a las aguas que discurren por ellos. Fascinantes imágenes fluviales que parecen invitar a bañarse a Diana cazadora al huir del sofoco de los bosques. Aquí las dejamos para que sirvan de relajo y reflexión a nuestros lectores. Y para que nos alivien la carga de otras peñascosas pesadumbres como la de las sequías que nos atenazan con la contemplación de los caudales circulantes.

Esos que saben sortear los obstáculos rocosos para garantizar que el agua llega a donde se necesita. Ojalá que vuelva pronto con todos nosotros

Lorenzo Correa

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