Las lluvias intensas que se iniciaron en septiembre del año pasado siguen causando estragos en todo Perú. En lo que llevamos de año, ya han afectado gravemente a casi 10.000 personas. Hoy nos centraremos en la problemática de la ciudad de Chiclayo, uno de los destinos turísticos más importantes del país.

El causante no es otro que el ciclón Yaku. Su presencia ha intensificado las precipitaciones en las regiones de la costa norte y centro peruano. Además, la preocupación continúa ante la posibilidad de la llegada del fenómeno del “niño costero”.

El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional peruano ha publicado datos estremecedores. Porque los desastres provocados por las lluvias torrenciales que se suceden desde el pasado mes de setiembre, han dejado 12.200 damnificados, 57 heridos y 21 fallecidos. A estas cifras hay que sumar las 21.682 viviendas que han sufrido desperfectos parciales o la ruina total.

Nuestro compañero y amigo Miguel Ángel Gago está en la ciudad de Chiclayo. La ciudad está situada a pocos kilómetros de la costa en el noroeste del país. Es la cuarta área metropolitana más poblada ,con más de 800.000 habitantes que residen a solo 27 m sobre el nivel del mar.

Es alegre y acogedora. Y ofrece al visitante además de museos y pirámides de barro, una fuente riquísima de restos arqueológicos, productos artesanales y maravillas gastronómicas. Pero no dispone de red de drenaje de aguas pluviales. Por eso, las intensas lluvias registradas hace unos días inundaron calles y viviendas, como puede observarse en las fotos que Gago nos envía. Una catástrofe para Chiclayo

Fueron 8 horas continuas de lluvias que anegaron calles, casas y hasta el hospital. Pero su intensidad no fue tan importante como correspondería a los daños citados. La lluvia máxima recogida fue de 21,5 l/m²

Cierto es que son lluvias que duplican la intensidad de las habituales, pero sus terribles secuelas proceden de que la ciudad no dispone de red de drenaje de aguas pluviales. Solo existe una red de drenaje de aguas residuales. Preferimos dejarlo aquí y desear mucho éxito a nuestro fotógrafo de hoy en su trabajo. Porque está allí para resolver el problema y proyectar la red de pluviales que tanta falta hace para que la ciudad sea habitable y visitable por la gran cantidad de turistas que la eligen. Chiclayo y los chiclayanos se lo merecen

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Lorenzo Correa

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