En un contexto humanitario alarmante, las epidemias se multiplican y los impactos del cambio climático se están intensificando. Por ello, los desafíos el acceso al agua, el saneamiento y la higiene son cada vez más numerosos. África es un continente paradigmático en estos aspectos.
Asegurar los recursos hídricos y los servicios básicos que están asociados a ella debe ser considerado como una prioridad. Pero también como objeto de compromisos concretos a nivel local, nacional y regional e internacionalmente.
Desde esta perspectiva, la Conferencia del Agua de la ONU 2023, que se celebrará a finales del mes de marzo en Nueva York, puede y debe desencadenar acciones concretas.
De hecho, se pretende en ella llevar a cabo la revisión integral a medio plazo de los Objetivos del Decenio Internacional para la Acción. “Agua para el Desarrollo Sostenible”, 2018-2028.
Las soluciones más importantes a debatir proceden de las que se desprendieron del Foro Mundial del Agua que tuvo lugar hace un año en Senegal.
En este evento, se debatió en profundidad sobre la necesidad perentoria de alcanzar la seguridad hídrica para asegurar la paz. Y, por supuesto, el desarrollo de África, continente en el que la cita tuvo lugar.
Y se preparó el terreno para conocer el estado en el que se encuentran las medidas adoptadas. Las relativas a la implementación del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6. El que se centra en conseguir un acceso universal al agua y el saneamiento.
Fue el primer Foro realizado en África, continente en el que por desgracia, el acceso al agua, la higiene y las redes de abastecimiento y saneamiento son los menos avanzados del mundo. Y en él se puso de manifiesto la enorme brecha que existe entre los objetivos marcados por la ONU y la cruda realidad.
Esta brecha es de enormes dimensiones en el África subsahariana. Porque es la región con menor tasa de acceso al agua del mundo. Y por ello las garantías de salud, higiene y seguridad alimentaria son nulas. Esto complica enormemente las posibilidades de desarrollo de sus sociedades.
También en el Foro se constataron las cada vez mayores dificultades de abastecimiento y saneamiento que el mundo experimenta. La causa no es otra que la concentración de la población en grandes urbes no cesa de aumentar. Por esta razón, más de la mitad de las grandes ciudades del mundo ya tienen problemas de acceso al agua. Lo mismo sucede en las áreas rurales, tan desatendidas como olvidadas. Especialmente en África.
Toca ahora corregir los desequilibrios entre lo rural y lo urbano. Invirtiendo masivamente en agua y saneamiento en las zonas rurales para mejorar las condiciones de vida de vida de la población. Y orientarse a la acción, para aplicar ya soluciones y dar respuestas, aunque los tiempos que corren sean tan convulsos.
Las prioridades detectadas fueron cuatro: Seguridad hídrica; agua y desarrollo rural; cooperación y herramientas y recursos.
Y ahora más que nunca, la voluntad política es fundamental para que las cuestiones relacionadas con el agua encuentren su lugar en las prioridades de la agenda política a diferentes niveles. Este será el primer objetivo de la cumbre de jefes de estado y gobierno. También el de las reuniones de parlamentarios y autoridades locales y de cuenca que se celebrarán durante la Conferencia.
Grandes poblaciones se enfrentan a la inseguridad del agua todos los días. Por desgracia, no conocen ni la paz ni el desarrollo. Víctimas de las guerras, desastres, epidemias. Como además carecen de servicios públicos, estas poblaciones sólo pueden contar con la solidaridad comunitaria y la ayuda humanitaria.
La mortalidad por enfermedades del agua contaminada pone de manifiesto la importancia decisiva del agua para todo. Salud, alimentación, ganadería, energía y adaptación al cambio climático. Por eso el acceso seguro al agua potable para todos debe ser una prioridad mundial. Sin embargo, todos sabemos que el ODS 6 para el acceso universal al agua y al saneamiento para 2030 no avanza en sus logros.
Para corregir esta deriva y eliminar obstáculos del camino del futuro del agua, en la Conferencia se presentarán un conjunto de compromisos voluntarios. Son los que incluye la Agenda de Acción del Agua. Esta Agenda fue lanzada por los coanfitriones de la Conferencia de Dushanbe en 2022. Y su objetivo es el de movilizar la acción en todos los países, sectores y partes interesadas en el marco de acción global del ODS 6. Además, se nutre de las experiencias de otros procesos y sectores.
Se basa en tres compromisos: el de movilización de acciones voluntarias en todas partes. Uno es el de involucrar a todas las partes interesadas en la ampliación de su implementación. Otro es el de seguimiento y revisión. Y el tercero, el de realizar un balance del progreso, mostrando los éxitos para aprender de lo que funciona y de lo que no.
Habrá que trabajar duro desde el día siguiente de la finalización de la Conferencia. Para para ampliar y replicar lo que funciona, suspender o cambiar lo que no funciona. E innovar lo que hay que mejorar. Además de destinar dinero a las actuaciones que demuestren merecerlo. Todo ello formará parte de la hoja de ruta hacia 2028 (objetivos de década) y 2030 (ODS). Llegando a compromisos firmes acordados entre coaliciones y asociaciones en todos los ámbitos sociales.
Más que nunca, es necesario pensar globalmente y actuar localmente. De ahí que se hayan propuesto los siguientes temas para los diálogos interactivos:
Dejemos que se celebre la conferencia y mientras tanto, focalicemos nuestra visión del problema en la región del África subsahariana. Porque como ya hemos indicado anteriormente es la más paradigmática en cuanto a su delicadísima situación. Como se desprende de los datos que aportamos a continuación.
ACCESO AL AGUA
El 29% de la población mundial carece de acceso seguro al agua potable y un 55%, de saneamiento. Todos lo exigen y lo esperan. Quieren que se cumpla el compromiso asumido por 195 Estados en las Naciones Unidas en 2015.
2.200 millones de personas no tienen acceso a servicios de alimentación a domicilio agua potable segura. Lo que significa que el recurso disponible no puede satisfacer las necesidades de la población y acaba agotándose. Además, 4.200 millones de personas, no cuentan con servicios de saneamiento gestionados con toda seguridad.
Por desgracia, solamente un 24% de la población del África subsahariana tiene acceso a una fuente segura de agua potable. Y más de 500 millones de personas no tienen acceso a instalaciones sanitarias adecuadas
Por otra parte solo el 46% de los establecimientos de salud puede ofrecer un servicio básico de acceso al agua, mientras que el 19% no tiene servicio de abastecimiento. La situación se agrava en las escuelas, ya que la mitad no goza de instalaciones de abastecimiento de agua potable.
Además, el 63% de los habitantes de esta zona, viven en áreas urbanas y la friolera de 258 millones de personas no tienen acceso al lavado de manos en una época en la que la COVID 19 aún está muy presente entre la población.
SALUD
Cada año, la diarrea provocada por la carencia de redes de saneamiento del agua mata alrededor de 361.000 niños menores de 5 años, que no tienen acceso a la higiene
Por su parte, la mortandad de los niños menores de 15 años supone el triple de la provocada por situaciones de guerra y violencia. La negra sombra de la diarrea provoca cada año 1,5 millones de muertos en el África Subsahariana.
LAS MUJERES
Las mujeres y las niñas suelen dedicar 6 horas cada día a la recolección de agua.Y el 13% de la población femenina de todas las edades nos dispone de aseos para hacer sus necesidades y gestionar su menstruación. Además, para ellas, el riesgo de agresión sexual es un 40% mayor que el sufrido por las que tienen acceso a sanitarios adecuados
ESTRÉS HÍDRICO
Aunque muchos no lo crean, el 90% de todos los riesgos naturales están relacionados con el agua. Por ejemplo, desde que comenzó este siglo, el número de desastres relacionados con las inundaciones aumentó un 134% en comparación con las dos décadas anteriores.
En la otra cara de la moneda, 1.2 00 millones de personas viven en zonas agrícolas donde las sequías son muy frecuentes. Así las cosas, para 2050 la demanda global se espera que crezca un 30%
FINANCIACIÓN
Terrible también es el panorama del futuro del agua en este ámbito. Porque solo uno de cada 6 países cuentan con planificación en materia de agua, saneamiento e higiene (WASH), disponen de tienen financiación suficiente para implementarlos. A estas carencias se suman las de recursos humanos. No llega al 14% de esos países los que cuentan con suficientes recursos humanos para sacarlos adelante.
Por último, la financiación general para el sector ha ido disminuyendo desde 2018. Por ello, para cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, habrá que cuadruplicar las inversiones globales. Y multiplicarlas por 23 en las zonas más sensibles y dejadas de la mano de Dios.
Este es el panorama hídrico en una de las zonas más pobres, secas y pobladas del mundo. Esperemos la celebración de la Conferencia para comprobar si ha servido de algo para actuar de manera urgente en ella.
Lorenzo Correa
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