Vivir del río


El Amazonas está ocupando esta semana el espacio que se merece en estas páginas. El pasado lunes analizamos las noticias que nos llegan sobre la supervivencia de los peces autóctonos en los cauces de su vastísima cuenca. Su vivir futuro y presente. Y la importancia de las decisiones políticas que se adopten en un Brasil que está viviendo la transición hacia una nueva presidencia.

Hoy comprobamos in situ la crudae realidad que la situación actual representa para los que viven del río. Los pescadores. Porque la presencia de pececillos desdeñados o masacrados por los arrastreros, dificulta su cotidiano vivir. Y la subida de la temperatura de agua, también.

Para ello, nos hemos paseado por un cauce, para aprender de los que saben vivir del río, todavía. Esos ribereños que no disponen de un termómetro flotante para saber cuánto durará el pescado que cada día salen a buscar para su sustento y el de sus familias.

Los que tienen la cara y las manos atezadas, curtidas por la fiebre del poniente. Los que, cuando Dios quema continúan pescando sin quitasol . Y cuando diluvia, sin paraguas. Porque hay que vivir.

Extrayendo de las aguas caudalosas de sus ríos, y manglares o de las aguas litorales el producto amenazado ahora de su cotidiano alimento.

Vedlos alquilando una motora para transportar su canoa. Van a buscar peces cada vez más lejos. Que el rio es enorme y hay que vivir. Y cuanto más se aleja el maná piscícola, menos ganacias tienen en su ancestral oficio.

Así viven hoy en el Amazonas, los que tienen que vivir del río. Despidámonos de ellos con respeto y admiración.

Lorenzo Correa

¡ Síguenos en las redes sociales !

twitter
fb

¿Te interesa la gestión del agua desde la perspectiva del coaching?

Ponte en contacto con nosotros para más información sobre la participación de Lorenzo Correa en charlas, conferencias, formaciones o debates a nivel internacional.

Recibe un email semanal con nuestras publicaciones

Te das de baja cuando quieras.


Deja un comentario