¿Y si los árboles no dejan ver el río?


En español, se usa mucho una frase proverbial cuando nos encontramos en una situación complicada. Es, como recordarán, aquella de “Los árboles no dejan ver el bosque”. Y la decimos cuando somos incapaces de ver algo en su conjunto, porque solo nos fijamos en los detalles.

Cuando imaginamos el futuro del agua, siempre pensamos en este proverbio (lo es porque expresa una advertencia o enseñanza moral). Intentamos elevarnos y contemplar la situación desde arriba. Para poderla ver en su conjunto antes de empezar a elucidar sobre algo tan complejo. Y con tantos detalles tentadores para quedarnos a vivir en ellos. Es uno de los motivos por lo que escribimos cada semana sobre algo, el agua, de lo que se vierten ríos de tinta cada día.

Hoy, en nuestro río humano vemos árboles que se acercan al cauce y reflexionamos sobre el poderoso efecto imán que éste hace sobre aquéllos. Tanto que en nuestra fotografía ya hay árboles que han invadido el espacio de lo impenetrable. Están dentro.

Recordamos a nuestro admirado Kenneth  Shockley. Él  ilustra perfectamente el contraste evidente de dos paisajes en los que el agua es protagonista. Pongamos el ejemplo de un cauce canalizado para que mantenga la máxima sección de desagüe posible. Y de un cauce con árboles dentro o en sus márgenes.

El primero se ve feo, aunque útil. El segundo bello, pero peligroso. Shockley interpreta esta dicotomía: «Nuestra percepción de estos dos paisajes diferentes nos dice poco sobre la ecología y mucho sobre nuestras concepciones de la belleza. Sin embargo, el valor, elemento clave de la ética ambiental, seguramente se encuentra en un punto intermedio «.

De ahí que el agua y todas nuestras interpretaciones ecológicas, económicas, políticas, éticas y estéticas, estén en el centro de gravedad de nuestro desarrollo como seres humanos integrados en el agua. Porque desde aquí y sólo desde ahí podremos comprehenderla.

Volvamos a nuestros cauces, ¿con o sin árboles? Al final la respuesta está en la administración del agua.  Porque la historia de los organismos públicos de la gestión del agua es la historia de un encauzamientos masivo de ríos y de sus consecuencias (urbanización severa, saneamiento, drenaje urbano). De bosques y arboledas .

La arboleda es un bosque sin elemento cósmico, sin desorden, sin caos. El bosque no nos deja ver más que lo inmediato. Pero la arboleda es el bosque ajardinado.

Nos quedamos mirando los árboles que embellecen la foto de hoy. ¿Nos dejan ver el río?

Lorenzo Correa

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