3 azules. El agua en la Agenda Sectorial del Sector Marítimo Español.


El Sector Marítimo Español comienza cada año revindicando su calidad de sector estratégico y abogando por su recuperación tras ya cerca de dos años de pandemia. Para ello hace firme su voluntad de continuar con todas las actividades que lo fortalecen y también con las que unen a todos sus integrantes.

Uno de sus buques insignia es el Clúster Marítimo Español. Se trata de un punto de encuentro del Sector Marítimo en España, que además es interlocutor señero entre la Administración General del Estado y la industria. Su entramado nacional se engarza en el europeo en el ámbito de la Economía Azul, a través de su participación en la European Network of Maritime Clusters

Para divulgar y dar a conocer todas las actividades a realizar en el sector, presentaron la tercera edición de su Agenda Sectorial Marítima, correspondiente al año 2020 En ella se resalta con todos los datos necesarios, el carácter estratégico y la importancia económica de este Sector Marítimo. Y con ella se pretende  impulsar la divulgación de la cultura marítima, tan necesaria es en estos tiempos, sobre todo en un país tan ligado al mar por lazos geográficos, económicos e históricos como es España.

Sin agua, no habría mar ni Sector, ni Clúster. Por ello creemos que será de interés para nuestros lectores extractar de la citada agenda todo aquello que consideramos puede ayudar a señalar con claridad los hitos que este sector quiere colocar bien visibles en el camino del futuro del agua. Ese que nosotros intentamos iluminar semana a semana.

Las actividades económicas del Sector Marítimo se mueven en el ámbito de lo que la Comisión Europea denomina “Economía Azul” , de la que ya hemos escrito en estas páginas.  En la economía tradicional, la negra, el primer color para la innovación, fue el azul. Y se lo pintó Gunter Pauli. Un economista belga, creador de la  fundación ZERI  (Zero Emissions Research and Initiatives). En ella se agrupan mentes creativas que buscan soluciones sostenibles e inspiradas en la naturaleza.

En su libro “Blue economy”, Pauli enfatiza en que lo único que hay que hacer es imitar el funcionamiento de la naturaleza para  dotar de eficiencia máxima al proceso productivo de los bienes y servicios que  necesitamos. Los que nos dan la felicidad. Las herramientas para conseguirlo serían la responsabilidad compartida y la voluntad de no perjudicar con nuestros actos a los que vendrán después.

Vivamos naturalmente. Dejemos de perseguir solo el objetivo de ser más ricos. Y vayamos a por todo lo que el proceso de producción nos puede dar. Adiós a la especialización y a las economías de escala. Así estabilizaremos el nivel de riesgo y reduciremos los costes. El ejemplo más cercano a nuestro ámbito de escritura es el de olvidarse de eliminar residuos. Solo hay que convertirlos en oportunidades de negocio. Aprovecharlos.

La economía azul tiene su motor en la gente, que a través de su creatividad (o inteligencia colectiva), deberá solucionar los problemas. Porque la sociedad es capaz de aprender de los errores,  organizarse, crear algo nuevo y materializarlo. Por eso es más importante el bienestar de la sociedad que los beneficios económicos.

Pretende por último señalar como prioritario un mismo objetivo para superar la crisis. Mantener y restaurar el medio y mejorar la coexistencia social, debe estar por encima del puro beneficio económico.

Pues bien, en la Agenda se nos recuerda que “… la Economía Azul europea genera 5 millones de empleo. Y un volumen de negocios en torno a 750.000 millones de euros. Ello supone alrededor de 218.000 millones de euros de Valor Añadido Bruto (VAB)”.

De ahí que el Sector Marítimo se vea a sí mismo como un sector clave para el crecimiento económico sostenible. Y que apoye y colabore con la Política Marítima Integrada. esa que promueve la UE, recomendando la inclusión su en las agendas políticas de todos los estados miembros.

El agua del mar no solo alberga en su seno pesca. También acuicultura y  actividades de procesado y comercialización de seres vivos marinos. Es, sin duda un sector muy importante en la economía mundial, del que los mares europeos son piezas clave. Y uno de los eslabones de una amplia cadena de valor. Que va desde  los armadores y pescadores, a los mariscadores, procesadores, comercializadores y distribuidores, entre otros. Los que viven sobre, de, bajo y entre el agua.

Lo que más comemos del mar es el pescado. Y por ello su consumo es la fuente principal de proteínas para la mayoría de los habitantes del globo. Ingerimos una media de 20,5 kg por habitante y año. Para ello hay que extraer del agua casi 85 millones de toneladas de pesca .A los que complementan los 114,5 millones de toneladas extraídos de las granjas acuícolas.

Nos cuentan en la Agenda que los pescadores españoles han puesto al día sus técnicas, dedicando un gran esfuerzo a realizar sus actividades de manera sostenible. España es el primer país europeo en cuanto a producción, empleo y VAB, representando casi el 20% de la producción total de la UE y más del 1% de la producción mundial. Con casi 9.000 buques registrados, su flota supone más del 11% de la flota pesquera de la UE y es por ello una de las primeras del mundo.

Respecto a la acuicultura, España es la mayor productora de la UE con más de 335.000 toneladas en 2019. El rey del mar confinado es el mejillón, porque las tres cuartas partes de la producción le corresponden. El resto son lubinas,  truchas arcoíris y doradas. Tales cifras suponen un protagonismo estelar de este ámbito en la industria alimentaria. Y en la investigación para la obtención y procesado de estos habitantes marinos. De ahí la importancia de la apuesta por la implementación de la economía azul en este sector productor de alimentos. Porque fue esencial durante el primer año de pandemia. Y su actividad no cesó ni un solo día

Sigamos con el azul marino. Pero ahora focalizados en la llamada “Energía azul”. La que se nutre de unos mares que proporcionan energía limpia y renovable sin tasa. Mediante la captación, producción y distribución de energías renovables de origen eólico o marino. Un enorme reto para todos los que trabajan en el campo del diseño de dispositivos y materiales destinados a la producción de esta energía tan azul.

Si nos fijamos en la eólica offshore, en el norte de Europa hay 1000 parques en funcionamiento. Con  potencias  instaladas cercanas a los 22 GW . Generan trabajo continuo y bien recibido por consultores y constructores de este ámbito. Sin olvidar a los fabricantes y a los que hacen el transporte, con una nueva inyección de clientes para los puertos.

Aunque España no disponga prácticamente de parques en este ámbito, sus consultoras, constructoras y navieras sí que reciben trabajo de él y exportan tecnología y servicios a los países productores de energía eólica azul.  Aquí la plataforma continental es corta y rápidamente se llega a profundidades superiores a 40 metros. Por ello solo es factible instalar plataformas flotantes. Y ahora ha llegado el momento de superar el reto de instalar grandes aerogeneradores que superen los 2 MW, como los que está previsto construir en las costas cantábricas y canarias

Otra actividad en la que la Energía azul tiene puestas sus esperanzas es la de la generación de energía mareomotriz. Pero no solo de las olas y de las corrientes marinas se puede extraer energía azul. También de la conocida como la Oscilating Water Column (OWC) y de la Ocean Thermal Energy Conversión (OTEC). Aunque aún sus avances son muy incipientes, la Agenda pronostica que en el próximo futuro muchas nuevas patentes quedarán en España. Porque aquí ya funciona desde hace una década en Motrico (Guipúzcoa) una  planta de estas características.

La desalinización es otra actividad puntera en lasa aguas marinas españolas. En España, la costa mediterránea, y los dos archipiélagos concentran la mayor parte de las plantas. La tecnología más utilizada es la de ósmosis inversa, empleada en el 84% de las plantas existentes en la UE y el 99% de las previstas. En este campo, la Agenda augura un futuro esplendoroso siempre y cuando, por un lado, se estimule el apoyo a la I+D+i en las mejoras tecnológicas para estimular el uso de energías renovables.

Y, por el otro, se trabaja en la minimización del impacto ambiental que provoca el vertido de salmueras. Reduciendo sus emisiones y valorizando el residuo en subproductos de alto valor. Respecto a las membranas, recomiendan avanzar en la investigación sobre métodos de lavado y reciclado, potenciando también su reutilización. Sin cesar, por supuesto de investigar también el uso del poliéster reforzado con fibra de vidrio, material con excelentes propiedades para el ambiente marino.

Nos recuerda la Agenda que el 62% de la capacidad de desalinización de Europa está localizada en España. Con con 765 plantas que producen alrededor de 5 hm³/día. De ellas, Hay 99 son de gran capacidad. Para dar suministro a grandes ciudades costeras como Barcelona. O al turismo estival, tan numeroso como económicamente crucial en España

Hasta aquí hemos descrito cómo la Agenda informa y hace su prognosis de futuro tanto sobre la economía azul como sobre la energía azul. Finalizamos repasando lo que indica y propone sobre la Biotecnología azul. Ese  vector tan relacionado con la extracción de seres vivos no piscícolas del agua marina. Nos referimos a algas y microorganismos.

Estas extracciones tienen un gran futuro. Y por ello la Agenda señala la necesidad de potenciar la exploración tanto de los recursos existentes como de otros aún ignorados. También de la  “explotación acuática para la obtención de organismos que permitan el desarrollo de nuevos productos y servicios”. Todos los que son  indispensables para mantener un desarrollo sostenible.

Porque estos recursos son claves para impulsar la biotecnología en los ámbitos sanitarios, farmacéuticos, y cosméticos. Para el desarrollo de medicamentos, vacunas y terapias. Además, son muy útiles en la agricultura, ganadería, acuicultura y veterinaria. En estos casos para obtener piensos, nuevos alimentos e ingredientes alimentarios nutricionales. Y también colorantes alimentarios.

Paralelamente, su aplicación en procesos industriales, genera importantes beneficios. Es el caso de las enzimas para la producción más eficiente y menos contaminante de detergentes, papel y textiles. Por último en el ámbito energético, el cultivo y aprovechamiento de lípidos contenidos en macro y microalgas es un activo de futuro en la generación de energía.

Por eso la Agenda nos indica que “…la producción de biomasa de algas resulta muy relevante actualmente. Con más de 560 empresas y más de 300 grupos de investigación en la UE,  España es el séptimo país productor en Europa. Y el tercero con mayor financiación dedicada a la industria basada en biotecnologías.Sin olvidar que es el primero en beneficios obtenidos.”

Nos alegramos de que el azul, uno de los colores del agua, sea protagonista del futuro del agua marina. Y que lo haga en los tres aspectos indicados y subrayados por la Agenda. Es el imparable y deseable “Blue Growth”. El que impulsa a todos los actores del Sector marítimo a participar. Y a desempeñar un papel activo en la elaboración de la Estrategia de Crecimiento Azul de la UE.

Su objetivo, lograr un crecimiento sostenible. Para ello este objetivo se compone de tres retos. Mejora de la eficiencia, cambio del modelo de consumo energético y  establecimiento de mecanismos para la descarbonización de la energía.

Finalizamos este breve repaso a la Agenda con las medidas propuestas a adoptar:

  • Concienciación social y de todos los agentes y búsqueda de soluciones rentables que favorezcan el cambio de modelo energético.
  • Ordenación del espacio marítimo y costero, para contribuir a fomentar un desarrollo sostenible de las actividades económicas que se llevan a cabo en él.
  • Vigilancia marítima integrada para que las autoridades tengan una mejor apreciación de lo que pasa en el mar.
  • Aplicación de acciones preventivas para anticipar nuevos riesgos y evitar futuros incidentes derivados del transporte marítimo.
  • Apoyo al desarrollo sostenible y respetuoso con el medio de actividades de extracción de recursos marinos, como la pesca y la acuicultura entre otras.
  • Mejora de la eficiencia energética de las infraestructuras portuarias y de los buques de manera global.
  • Mejora e implantación de los sistemas y de la red de suministro de GNL a buques.
  • Desarrollo e implantación de sistemas de conexión eléctrica de los buques durante su estancia en el puerto.
  • Desarrollo e implantación de pilas de combustible para suministro de energía a bordo de buques.
  • Fomento de las energías renovables marinas.
  • Interconexión de la energía eléctrica de diversas fuentes más o menos aisladas.

Y les recomendamos la lectura atenta de todo el documento que conforma la edición correspondiente a 2020 de la Agenda Sectorial del Sector Marítimo Español. Mientras,  esperamos la próxima edición, correspondiente al año 2021

Lorenzo Correa

Safe Creative #1608240244452

¡ Síguenos en las redes sociales !

twitter   fb

¿Te interesa la gestión del agua desde la perspectiva del coaching?

Envía un correo a contacto@futurodelagua.com para más información sobre la participación de Lorenzo Correa en charlas, conferencias, formaciones o debates a nivel internacional.

Recibe un email semanal con nuestras publicaciones

Te das de baja cuando quieras.


Deja un comentario