Se acaba de presentar en Alemania una novedosa solución para purificar y mineralizar el agua del grifo en nuestras casas. Proliferan este tipo de soluciones para darnos confianza y garantías de calidad en el agua que bebemos en casa. Porque no acaba de despejarse la duda eterna sobre la calidad del agua que discurre por las redes. Por esta razón, tanto el consumo de aguas (minerales o no) envasadas en plástico y de filtros caseros, aumenta sin cesar.
Las campañas constantes de las empresas operadoras del servicio de abastecimiento doméstico no consiguen su objetrivo. El de que la ciudadanía olvide la ya añeja costumbre de beber agua envasada o filtrada en casa. Los envasadores y filtradores, apuestan decididamente por la seducción. Venden confianza. Para que un agua “de calidad” esté disponible en casa para beber tranquilamente. Los abuelos, los papás, los niños y los invitados estarán seguros.
Los que venden filtros, añaden la comodidad de no tener que acarrear kilos de peso, lidiar con plásticos y vidrios y depositar envases “non stop” en los contenedores verdes y amarillos, si los tenemos cerca. Para luego llenar los vertederos y ver como una masa de plástico tan grande como el estado de Texas flota en el mar para solaz de los peces y los turistas de los cruceros.
Es el caso de la empresa alemana referida al principio de este artículo, llamada Mitte Water, que ya tiene en el mercado un producto interesante que representa una alternativa al agua embotellada y con un lema muy sugerente por seductor: «Mejorar vidas mejorando el agua».
Mitte Water ofrece por 350€, utilizando el agua del grifo, disponer en casa de agua pura en dos sentidos, Es decir sin sustancias contaminantes (bacterias, mercurio, plomo, etc) y a la vez mineralizada con los minerales adecuados. Purificando lo que fluye por el grifo mediante un proceso de destilación. Y enriqueciéndola con minerales después. En su caso, no utiliza la cada vez más usada técnica de la filtración casera por ósmosis inversa
Sin embargo, los filtros más comunes para el agua doméstica son los de ósmosis inversa. Es la técnica en boga también para desalinizar agua salobre y marina. La destilación, primera forma de hacerlo, dio paso a la destilación, por ser la mejor forma de desalinizar pequeños volúmenes. Como para grandes volúmenes era muy cara, se adoptó la ósmosis inversa. Una serie de membranas muy tupidas separan la sal y las impurezas del agua por el solo hecho de atravesarlas. Suministro de energía suficiente para que la bomba haga pasar el agua pase a través de la membrana es lo único que hay que garantizar para obtener agua potable
Y así, hoy ya superan las 16.000 las plantas desalinizadoras que en el mundo las usan. Las mayores, están Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos e Israel.
Sabido es que el agua dulce no es solo agua. Porque lleva en su seno minerales imprescindibles para nuestro organismo. Necesitamos 10 mg / L de magnesio, 100 mg / L de sales disueltas, 30 mg / L de calcio y 30 mg / L de ion bicarbonato.
Por lo tanto si una agua desalinizada o filtrada no lleva minerales, no será considerada potable hasta que no sea remineralizada. No es bueno para la salud beber agua con deficiencia de calcio o magnesio. Si no lo hacemos el riesgo de padecer del corazón o tener patologías en las neuronas motoras e incluso cáncer, se eleva considerablemente. También los riesgos de fracturas en niños y las enfermedades neurodegenerativas.
Esta es la razón por la que todas las plantas desalinizadoras de ósmosis inversa remineralizan el agua antes de que llegue al grifo. Le agregan componentes químicos como carbonato de calcio o cal. O las mezclan con aguas ricas en minerales. Así mejoran su sabor. Y reducen sus ataques a las conducciones y válvulas de la red distribución. Hasta aquí, perfecto. Pero los dispositivos de ósmosis inversa caseros no se remineralizan. En su afán de puridad, eliminan todo lo que lleva el agua: residuos sólidos y minerales.
En la actualidad. podemos comprar estos dispositivos on line por precios bastante menores que los que había al principio de la proliferación doméstica. La mayoría tiene un precio inferior a 450 € en Amazon. El problema es que, como algunos reconocen en su propaganda, de cada 5 litros que captan de la red, solo utilizamos uno para beber. El resto no pasa el filtro o conduce lo filtrado al desagüe.
Ahora, desde Hong Kong llega el modelo Aquibear, con un precio de 260 €. La novedad, que usa un sistema de filtro de ósmosis inversa de 3 etapas. Así aseguran poder eliminar más del 99,9% de lo que no debemos beber. Cloro, bacterias, virus, microplásticos, metales pesados y otros contaminantes. Y permite hervir agua en solo 3 segundos.
Excelente solución, que sigue teniendo el “pero” de que no remineralizan el agua filtrada. Aunque su precisión de filtración sea de 0,0001 micrones, lo que asegura eliminar prácticamente. Agua excelente en cuanto a potabilidad, pero sin minerales.
Y es que el agua “bendita”, la que todos deberíamos beber, debería suministrarnos calcio y magnesio. Podemos obtenerlos de lo que comemos, por supuesto. Pero si están en el agua, garantizaremos su ingestión adecuada.
Sin embargo, el agua desmineralizada puede disolver algunos de los minerales de los alimentos. Y así, los expulsaremos de nuestro cuerpo a través de la orina sin poder absorberlos al comerlos. En cambio, si están en el agua, en forma de iones libres, pueden absorberse mejor por nuestro cuerpo desde el agua que desde los alimentos. Porque en ellos, están unidos a otras sustancias. Por lo tanto, lo ideal sería usar un sistema de filtración con remineralización.
Respecto a la filtración, es conveniente saber que los sólidos disueltos totales (TDS) no deben superar las 500 partes por millón (ppm), en el agua potable. En el caso del pH, la horquilla de lo correcto se abre entre 6,5 y 9,5, ya que menos de 6,5 es ácido.
En otro orden de “cosas” que puede llevar el agua del grifo, en estas páginas ya hemos escrito sobre el plomo. Su paradigma está en la useña ciudad de Flint. Asunto de importancia mundial, ya que todavía la mayoría de las conducciones que llevan el agua a nuestras casas desde la tubería de distribución, son de plomo. Problema resuelto en las edificaciones de nueva construcción. Pero de difícil y costosa solución en las antiguas. En este caso, los sistemas de filtración de ósmosis inversa sí garantizan la eliminación de plomo.
El siguiente obstáculo a eliminar del agua son las PFAS (sustancias perfluoradas y polifluoroalquilo, o «sustancias químicas permanentes»). Si han visto la película “Dark waters” (2019), recordarán que ellas eran la causa por la que el abogado que interpreta Mark Ruffalo planteaba su batalla legal. No es baladí porque las PFAS provocan colitis ulcerosa, tiroides y cáncer de testículo y el riñón. Solo en EEUU, más de 200 millones de personas, tienen agua del grifo contaminada por PFAS. Por desgracia, la legislación federal aun no les ha impuesto límites,
En cualquier caso, no hay que ser alarmistas y lo que se impone es comparar los posibles riesgos asociados con los contaminantes de este tipo. Y con otros que cada vez más se incorporan a la lista de indeseables, con los problemas que produce el consumo de agua desmineralizada.
En el Reino Unido, por ejemplo, algunos expertos recomiendan comprar agua embotellada, porque es mejor y más barato que instalar una unidad de ósmosis inversa.Pero esta opción supone incrementar el problema de los plásticos. Porque una unida de ósmosis podría reducir el uso anual de plástico en 2190 botellas.
Por otra parte, la ósmosis inversa doméstica tiene una ventaja poco conocida. La de potabilizar el agua de la lluvia. En viviendas unifamiliares y sobre todo en zonas tropicales, es una solución importantísima para disponer de agua al margen de la red pública. Sus desventajas residen en la contaminación del aire y en la limpieza de los depósitos. Porque pueden provocar enfermedades y eliminar todas las ventajas, si estas aguas no se tratan adecuadamente
El uso de una potabilizadora casera de ósmosis inversa para purificar el agua de lluvia resuelve definitivamente estos problemas en cualquier caso. Porque por desgracia, la contaminación del aire está presente en cualquier lugar de la Tierra.
Hay otro problema de más difícil solución. Y es que el agua de la lluvia directamente captada no ha tenido la posibilidad de infiltrarse en la tierra y recoger del suelo o de las rocas los minerales que necesitamos. Solo es agua condensada en las nubes. Los únicos TDS que lleva son los que recoge al resbalar por el tejado y por los canalones que la llevan al depósito, además de lo que pueda “lavar” el aire en su caída desde la nube hasta las tejas. Una cantidad mínima de sólidos. El pH suele oscilar alrededor de 6,5, en el umbral de la acidez. Cuando la pasamos por un filtro de ósmosis inversa, los sólidos, obviamente, bajan. Sólo habría que controlar el pH, porque con el filtro tiende a hacerse más ácido. Si fuera así en nuestro caso, no cumpliría con los límites legales para considerarse potable.
En fin, en cada caso, se habría de remineralizar el agua en función de las características cualitativas de la que dispongamos. Sea de la lluvia o de la red. Esto lo hace Mitte. Pero hay que adquirir y pagar como es lógico, los minerales que deseemos para mezclarlos con el agua ya filtrada. El aparato contiene un receptáculo para cartuchos de minerales. Y así se replica el proceso natural del agua fluyendo a través de las rocas, recogiendo minerales en el camino.
Desde el cartucho se agregan al agua filtrada todos los minerales y oligoelementos.Esos que otros purificadores de agua eliminan. Se produce agua limpia y con todos los nutrientes esenciales. En el caso de Aquibear, habrá que complementar nuestra ingesta de agua con la de alimentos que contengan los minerales que el agua ya no lleva tras el filtrado.
En un lugar con plomo en el agua, un filtro de ósmosis inversa es adecuado, porque elimina lo peor que podemos meternos en el cuerpo, que es el plomo. Si recolectamos solo agua de lluvia para beber, también. Porque elimina los contaminantes y los sólidos del aire y del depósito.
Por último, con los precios actuales de la energía eléctrica, conviene prestar atención a las ventajas que tiene poder hervir el agua lo más rápido posible. Sobre todos somos bebedores asiduos de té. Porque filtros como Aquibear reducen el consumo de energía ya que solo gastan 0.077KWh para hervir 1 litro de agua. Mientras que un hervidor convencional de 2200 W gasta unos 0.12kWh mismo. Además los hervidores clásicos tiene una capacidad mínima de medio litro. El doble de lo necesario para una taza. Así que si lo bebemos en solitario, con Aquibear se puede hervir instantáneamente la cantidad exacta de una taza. Y ello supone un importante ahorro de dinero y energía.
Lo que no tiene solución en este filtro, si no se añade algo al agua, es la falta de minerales. Lo más fácil sería añadir un poco de agua del grifo, que sí los lleva. Pero nos destruiría todas las ventajas de filtrar, haciendo inútil el coste del aparato. Muchos lo solucionan añadiendo al té leche de avena que lleva carbonato de calcio, fosfato dipotásico (regulador de acidez), sal, vitaminas, y yoduro de potasio. Esto puede ser una solución si nos gusta el té con leche.
Por lo tanto, pueden elegir entre dos soluciones recién puestas en el mercado por un precio cercano a los 300 €. Mitte purifica y mejora el agua a través de un proceso inspirado en el ciclo natural del agua. Purifica el agua con un método patentado basado en destilación, y la mejora con minerales esenciales. Aquibear lo hace mediante ósmosis inversa con resultado de eliminación de impurezas, virus y bacterias espectaculares, pero no la remineraliza.
Lorenzo Correa
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