3 herramientas de cooperación internacional para la mejora del saneamiento en Mahajanga, Madagascar


África es el continente del futuro. Por eso nos ocupamos mucho de divulgar todo lo que vamos sabiendo de los avances y retrocesos de la gestión del agua. Porque si se lleva a buen puerto, mucho bueno del futuro del continente vendrá por añadidura. Hemos escrito aquí mucho de Egipto, de la muralla verde sahariana, Nigeria, Uganda O Sudáfrica. Hoy escribiremos de la gran isla africana del Índico. Es Madagascar y en ella está la ciudad de Mahajanga .

Motivos para los retrocesos en África, se presentan continuamente. Uno de los más terribles en nuestros días es la pandemia del Covid 19 en la que ya sabemos que el agua es un factor clave para evitar su contagio.

¿Saben que en el continente africano las vacunas han llegado a menos del 3% de sus habitantes? Pues así es y por desgracia, los países con bajas tasas de cobertura vacunal son el caldo de cultivo para la aparición de nuevas variantes. Este es uno solo de los muchos factores que incrementan la inestabilidad y la inseguridad que imperan allí.

Y uno más para animar a las autoridades nacionales y locales a desarrollar servicios accesibles para todos. Los alcaldes y todos los técnicos que componen los equipos municipales están siempre en primera línea de fuego. Porque tienen que hacer frente a flujos de población que desestabilizan el precario equilibrio de los servicios existentes, sobre todo las redes de abastecimiento y saneamiento de agua (si las hubiere)

Los gobiernos se apoyan en los donantes para hacer lo que sea necesario para  apoyar a los operadores de esas redes. Y aquí, de nuevo, la pandemia de COVID 19 no ha ayudado en nada, ya que lo primero que se hizo (no hubo otro remedio), fue  obligar a los operadores a suministrar agua gratis a todos los que no tuvieran acceso a ella. Y es en estos casos de comunidades locales que deben satisfacer las necesidades esenciales de sus poblaciones con escasos recursos en los que la cooperación internacional está llamada a intervenir de forma resuelta y entusiasta

Pongamos, como hemos apuntado más arriba, el ejemplo Mahajanga en Madagascar. Allí hubo que garantizar la salud de sus habitantes mejorando su entorno. Pero además hacerlo de forma sostenible y duradera, tal y como propugnan los ODS. Ello significa que es imposible actuar solo sobre el abastecimiento o el saneamiento. También debe meterse en el mismo paquete la gestión de residuos y el acceso a la energía.

Como no es nada sencillo gestionar todos los aspectos de manera exitosa, explicaremos aquí cómo lo han hecho en Mahajanga. Con la ayuda de la ciudad francesa de Mulhouse y de la entidad GESCOD. El objetivo ha sido también ayudar a servicios esenciales como los centros de salud. para así hacer frente a la pandemia de COVID 19 que nos afecta a todos.

GESCOD, (Grand Est Solidarités et Coopérations pour le Dévelopment), es una estructura puesta al servicio de la acción internacional en la región Grand Est de Francia. Nació el 1 de julio de 2017 de la fusión de tres asociaciones que actúan en el campo de la cooperación internacional. El Instituto Regional de Cooperación al Desarrollo – IRCOD Alsace -. La red de Lorena de actores de cooperación – MultiCooLor Network -, y la Agencia Regional de Cooperación y Desarrollo – ARCOD Champagne-Ardenne . A ella se ha sumado la red Champagne de actores de cooperación Reciproc, liderada por la Región Grand Est.

Estas organizaciones llevan muchos años trabajando en esta región y en  muchos otros países, de África e Iberoamérica. Quieren ser el eslabón que une al Estado, las autoridades locales y los actores de la sociedad civil. Y su objetivo es el de  fortalecer el poder de actuación internacional de todos los actores en el territorio en el que opere.

Lo hacen, dando apoyo al desarrollo e implementación de acciones de cooperación internacional, en particular para las comunidades locales. Y animando el territorio mediante la creación de redes. Sin olvidar la importancia del apoyo de todos los actores involucrados en la solidaridad y cooperación internacional en la región Grand Est.

GESCOD es parte de las redes regionales de múltiples actores (RRMA). Fueron creadas en la mayoría de las regiones.Todas contaron con el apoyo del Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores (MEAE). Estas redes contribuyen al logro en los territorios socios de los ODS. Y también de la la nueva agenda de desarrollo global 2030. Une esta misión con la implementación de alianzas internacionales lideradas por autoridades locales, con ocho delegaciones en el extranjero.

Veamos qué han hecho en Mahajanga. Desde hace 20 años, con el apoyo de numerosos socios técnicos e institucionales, esta comuna urbana ha estado desarrollando una estrategia e intervenciones específicas. Con ella pretende mejorar tanto su red de saneamiento como su gestión de residuos

La ciudad de Mahajanga se encuentra situada en la costa este de la isla, allá donde el río Betsiboka entrega sus aguas al canal de Mozambique. Con su casi cuarto de millón de habitantes, es la tercera ciudad más grande de Madagascar. La isla tiene una superficie de más de 500.000 m² (similar a Francia o España) y cerca de 23 millones de habitantes

Por su parte, Mahajanga es la cuarta ciudad del país en número de habitantes y el segundo puerto marítimo más grande del país. Tiene un gran atractivo turístico por sus playas y su clima seco y soleado. Se asienta en las riberas de una barranca que la divide en dos. Y el riesgo de inundación de sus barrios es muy acusado. Se trata del llamado Vallon Metzinger

Y ha sido precisamente en esta zona inundable donde se han concentrado los esfuerzos de la cooperación internacional. Y lo han hecho  en materia de saneamiento y defensa contra las inundaciones. Es un territorio densamente poblado. Por ello, cuenta con la doble desventaja de inundarse cada vez que la temporada de lluvias hace acto de presencia. Y  de ser un reducto insalubre.

En principio, se consiguió que las zonas más expuestas fueran catalogadas como suelo no edificable. Pero el imparable aumento demográfico, unido a lo barato del suelo, ha supuesto una ocupación salvaje en todo el Vallon,

Pero la red de saneamiento construida no había superado el estadio más primitivo posible.  Sólo se había actuado en cada parcela mediante la construcción de letrinas tradicionales sin sellar y algunas fosas sépticas. Por mucho que se haya ido aumentando esta actuación en los últimos años, la realidad es que la defecación al aire libre sigue estando muy extendida allí. Y ello es una bomba sanitaria, sobre todo en estos tiempos de pandemia.

Además, el incivismo de algunos de los habitantes provoca el vertido de lodos y desechos fecales frente a las viviendas o en los canales de riego, lo que supone una severa contaminación del acuífero y de las aguas superficiales

Obviamente, todos los análisis realizados muestran que el agua que se usa en las viviendas de Mahajanga no es potable. Y se va contaminando cada vez más cuanto más se aleja de su fuente de captación  y se acerca al usuario final. De hecho, el 91% del agua que se extrae de los pozos no es apta para el consumo humano. La consecuencia ha sido la proliferación de epidemias como el cólera. También la proliferación de roedores en los vertederos de basuras que propagan la peste.

Para solucionar el problema, se han puesto a trabajar varias asociaciones cuyo objetivo es mejorar las condiciones de higiene y saneamiento. Las describiremos cronológicamente para comprobar que solo con dinero y buena voluntad, no se arreglan las cosas. Hay que planificar ben y conocer el país, el paisaje y el paisanaje de la zona donde está problema

En 2001, se construyó en Mahajanga una primera red de alcantarillado al aire libre con una zanja de drenaje a cielo abierto de 3 km, que atravesaba el Vallon, recogiendo las aguas residuales que se vertían sin tratar en el Estuario de Betsiboka.

En 2009, con el apoyo del Departamento de Bas-Rhin, se planificó  el urbanismo  y se definieron las zonas no edificables. Posteriormente, se hicieron campañas de sensibilización popular, mediante  operaciones mensuales de limpieza de zanjas drenantes y limpieza colectiva en algunas zonas muy pobladas.

Pero lo cierto es que no han dado los frutos esperados porque la población continúa vertiendo desechos sólidos y líquidos. Además, las chozas y chabolas continuaron ocupando terrenos haciendo caso omiso a la planificación urbanística vigente. La razón estriba a que nunca se aprobó un régimen sancionador y aunque se hubiere aprobado, los sancionados tampoco podrían pagar las multas

Con sus socios, el Consejo Departamental de Bas-Rhin y GESCOD, se redefinió la estrategia de intervención, haciendo de la salud pública el tema prioritario, con el objetivo de mejorar la situación de salud de la Vallon proporcionando a los residentes un entorno de mayor calidad.

Se decidió realizar únicamente el mantenimiento del canal de drenaje de aguas residuales, contratando 14 trabajadores. Y se designaron dos distritos piloto en los que se hizo hincapié en la sensibilización sobre higiene y salud. En estos barrios se realizaron limpiezas mensuales y operaciones de control de ratas. También se hizo un censo de necesidades de abastecimiento y saneamiento previo a la construcción de infraestructura sanitaria.

Entre 2008 y 2012, el proyecto “Apoyo a la limpieza urbana de la ciudad de Mahajanga” en asociación con la ciudad de Mulhouse permitió fortalecer las habilidades municipales para la recogida de residuos.

En 2010 se definió un plan estratégico de saneamiento municipal, determinando la zonificación de cinco sectores urbanos, siendo el sector de Vallon y su entorno el más poblado y el más sensible.

De 2013 a 2017, con el apoyo financiero de la UE y de la Agencia del Agua del Rhin-Meuse se redactó el proyecto de una red de saneamiento sostenible. La primera depuradora, en este caso de aguas residuales domésticas, capaz de tratar 5 m³/día de aguas fecales emergió sobre un plano. Y se conectó con 400 nuevas letrinas familiares, mediante el trabajo de  366 trabajadores locales preparados al efecto

De 2017 a 2021, aprovechando el éxito del anterior programa de inversiones, la municipalidad, GESCOD y la ONG Enda Madagascar, redactaron el proyecto «Extensión del sector de saneamiento de Mahajanga. Las actuaciones fueron financiadas por la Asociación Internacional de Alcaldes Francófonos.  A ellas se unió la Unión Interdepartamental de Saneamiento de la Aglomeración Parisina. Y también se contó con el apoyo de a Agencia del Agua de Seine-Normandy. .

Con esta actuación se logró acelerar la implantación de dispositivos para hogares, letrinas y baños públicos. También fortalecer y ampliar el servicio de gestión de lodos fecales con su reciclado.

Así se construyeron 300 nuevas letrinas familiares con pozos estancos. También  se formó a 173 trabajadores, distribuidos en 18 pequeñas empresas. Se han abierto 16 bloques sanitarios públicos en áreas urbanas y junto al mar. Son gestionados por delegación del municipio. Y se basan en alianzas público-privadas con asociaciones formadas al efecto. Así se da servicio a 1.500 personas al día, unas 60 personas / día / bloque.

Paralelamente, de 2017 a 2020, un proyecto de gestión de residuos sólidos financiado por la Agencia Francesa de Desarrollo, permitió mejorar la gestión de los residuos domésticos. Y fue gracias al apoyo material proporcionado a los pre recolectores. También a  la rehabilitación de determinadas vías de acceso y al mantenimiento de los 64 camiones municipales de basura. Paralelamente, se ha habilitado un centro de clasificación y vertido. En él se recupera el 80% de los residuos domésticos.

Para finalizar, se creó la Dirección de Bienestar y Saneamiento Urbano. Además, se  redactó un nuevo código de higiene y saneamiento municipal. Por último, se lanzó una campaña de comunicación y sensibilización sobre las buenas prácticas. Y este era solo el paso previo a la implementación paulatina de las sanciones aplicables.

Gracias a las alianzas relatadas, el municipio ha fortalecido sus habilidades de gestión, planificación y gestión de proyectos. El resultado, no se ha hecho esperar. Y así, hoy en día la gestión de todos los servicios implicados está asegurada.

La garantía la dan la administración local, que se ocupa de la recogida y tratamiento de residuos. Y a ella se unen las entidades privadas delegadas. Ellas gestionan los sanitarios públicos y el vaciado y tratamiento de lodos. Así, no solo se ha mejorado el saneamiento público en la ciudad de Mahajanga. También la salud de los niños

Para el futuro  próximo, Mulhouse y Mahajanga van a integrarse en un programa. Su objetivo, promover el acceso a la salud y a un entorno urbano saludable. Lo harán mediante la consolidación de las políticas de saneamiento de la ciudad. También con el apoyo específico a las estructuras de salud pública.

Todo ello, a través de la cooperación territorial liderada por las autoridades locales, con la participación de los hospitales de Estrasburgo. El objetivo es perseguir políticas de saneamiento. Además, mejorar la eficiencia del sistema de salud y los servicios de protección civil.

Sirva este ejemplo como muestra de las virtudes de la cooperación internacional en vías de  desarrollo. Pero también como modelo a seguir para hacer las cosas bien. Porque no es suficiente con enviarles el dinero. Además, hay que trabajar duro en la planificación, la información y la seducción. Las herramientas del futuro del agua

Lorenzo Correa

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