En un lluvioso y gris día del otoño mediterráneo, cuando noviembre noviembrea, recibimos una invitación
La poeta soriana Asunción Alcoceba, invitaba escribir versos en una red social. El envite, fue un convite para muchos. Y para nosotros, además se convirtió en un reto. Otro más, para ir pasando este otoño covidero.
Se trataba de componer una sextilla de pie quebrado. Una vez recibidas las que graciosamente los envidados quisieran aporatar, Asunción las enhebraría y haría unas coplas con ellas.
Como la poeta proclama que se pierde en las palabras y las escribe, nosotros, que andamos perdidos en las palabras del agua cada semana, decidimos colaborar.
Y le enviamos nuestra sextilla de pie quebrado, escrita en un día lluvioso de otoño. Qué mejor inspiración que el agua que caía del cielo en un día gris. Uno de esos días de otoño de los que huye el friolento.
Así que nos asomamos a la ventana, para inspirarnos. Y vimos grises, casi negros nubarrones. También notamos cómo la tierra se dejaba acariciar por el viento y la lluvia. Además de oír el inconfundible rumor del agua buscando en el suelo esa vaguada salvadora que asegura su viaje al mar. O ese terreno permeable que permite su infiltración y almacenamiento en el acuífero.
Todo lo que vimos, sentimos y oímos en esa mañana de otoño, se tradujo en la sextilla de pie quebrado que ofrecimos a Asunción. Y que ella, tras donoso escrutinio, consideró oportuno incluir, junto con otras muchas recibidas, en las coplas prometidas.
Vaya por delante nuestro agradecimiento. El agua en otoño, inspira mucho. Porque aunque el cielo nos riegue con sus lágrimas, la tierra se alegra de recibirlas. Y en primavera, lo demuestra.
Esperemos que la próxima primavera tengamos todos motivos para la alegría.
Desde el otoño, es lo que deseamos con nuestra sextilla de pie quebrado, que ya es de Asunción y de todos ustedes.
Lorenzo Correa
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