Debemos reconocer que los vados nos fascinan. De hecho, vadear nos es otra cosa que vencer o esquivar una grave dificultad.  Y así es la vida, siglo tras siglo. Una carrera con final conocido. Lo único ignorado es el lugar en el que se encuentra la meta. Pero lo inmutable es que todos vamos a llegar a ella venciendo y esquivando obstáculos. Vadeando, sin saber por qué camino llegaremos ni cuándo.

Los vados fluviales persiguen el mismo objetivo. Pasar al otro lado esquivando el obstáculo de la corriente y  de la profundidad. Hace un siglo y ahora. Lo comprobamos en las dos fotografías que ilustran nuestros humanos ríos de hoy.

Hace más de  un siglo, se vadeaba sin obra alguna, por donde se podía, un río caudaloso, como el Tajo en  el Benavente de Santarém  portugués. Así lo atestigua la foto documento que nos cede nuestro amigo y seguidor Carlos Blázquez.

Vemos cruzar el río cerca del estuario, casi ya en su entrega final al Atlántico. Vadeando en blanco y negro para llegar con la carga  y las personas al otro lado. Aunque a veces, algunos o algo no llegaban, porque un susto no estaba jamás descartado

Ayer vemos, ya en color, una foto de este siglo. El lecho, visible en el estiaje, verdea brillante. Y si observamos bien,  aguas arriba destaca el gris del hormigón que permite a automóviles y personas, cruzar “tranquilamente”.

Pero, cuidado, tanto a comienzos del siglo pasado como en la segunda década del actual, hay que cruzar con precaución. Porque los vados son traicioneros. Menos mal que cada vez están más señalizados. Además en nuestros días, las críticas a su existencia no se refieren solo al peligro al cruzar. También sus detractores claman porque el cauce recupere  su «continuidad longitudinal». Para que los peces puedan moverse en ambos sentidos. Y a muchos  les llaman “infraestructuras inservibles u obsoletas que obstaculizan  la circulación de la ictiofauna».

Ni los viaductos ni los puentes han podido con los vados. ¿Desparecerán en este siglo para que el río recupere su continuidad longitudinal?

Lorenzo Correa

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