3 maneras de mantener naturalmente limpia el agua: islas, árboles y caracoles


Todo lo que encontramos de malo en el agua cuando la analizamos, procede de nosotros mismos. Porque cada vez que usamos agua para algo, la devolvemos al medio más contaminada de lo que la captamos. Por eso tenemos que tratarla antes y después de  usarla, para utilizarla con confianza, sabiendo que está limpia.

Si un antepasado nuestro resucitara y pudiera acceder a una analítica del agua usada antes de su depuración, se llevaría una enorme sorpresa por los resultados obtenidos. Además de nuestros desechos biológicos, que siempre han estado presentes, hay más cosas.

Plásticos, micro y macro. Productos químicos en los que toda la tabla periódica está presente. En cualquier caso, es lo que hay.  Y todos somos responsables del problema. Por eso lo que importa, más que buscar culpables, es encontrar soluciones a la contaminación del agua de nuestros  ríos, mares humedales y acuíferos. Y cuanto menos dinero cueste obtener agua limpia, mejor.

La OMS, tan ocupada este año con la pandemia, ha tenido tiempo de darnos un dato interesante para el futuro del agua limpia. Y es que en el presente, dos mil millones de personas consumen agua que les llega a su punto de captación contaminada con heces. ¿Cuántos más habrá consumiendo agua contaminada con contaminantes químicos, además de los virus y bacterias que componen los contaminantes orgánicos?

La industria que nos da de comer y nos facilita la vida, traslada al agua limpia su carga de contaminantes químicos. Y la agricultura y la ganadería, hacen lo mismo con pesticidas en los que abundan nitratos y fosfatos.

Al futuro del agua nos lleva un camino cuya base y sub base son el sudor y creatividad de los investigadores. Y pavimentado con el dinero de los contribuyentes. Su trazado es sinuoso y a veces la velocidad de crucero disminuye hasta desaparecer. Pero siempre hay algo o alguien que consigue que su construcción se reemprenda.

Es la necesidad apremiante de soluciones a largo plazo, la que todo lo mueve. Y cuando el dinero no llega, el ingenio se apaña para apelar a las tecnología baratas, pero eficientes.

Este es el caso de hoy. Con ellas también se limpia el agua. Utilizando la naturaleza como ayudante y no como una insaciable devoradora de presupuestos para eliminar sus impureza. Veamos tres ejemplos de depuradoras naturales. Buenos , bonitos  y  baratos para dejar el agua limpia.

Islas flotantes vegetadas

Cuando el agua no está limpia, las algas proliferan con fruición. El alga marina es para Ángel León, el Chef de Mar del Puerto de Santa María, la estrella de su cocina. Él ha sabido situar en el mapa una cocina del mar olvidada y despreciada. Y ha erigido un emporio con los productos que flotan en el agua salada: sal, plancton y algas.

¿Se conseguirá algún día algo parecido con las algas de agua dulce? Las algas nocivas crecen en lagos y lagunas y en su seno albergan toxinas que se mueven libremente en el agua afectando al ecosistema lacustre. Y forman una capa impermeable en la superficie, bloqueando la entrada de luz solar que tanto necesitan las especies acuáticas.

Mientras no tengamos un Ángel León que lo remedie al valorarlo, estas algas deben ser combatidas. Y las islas son una buena solución para evitar la letal amalgama de luz solar con actividad microbiana, la gran destructora de la materia orgánica.  Son un filtro verde muy eficaz para mejorar la calidad del agua y, además, un medio simple y natural de desnitrificación y lucha contra la eutrofización.

En lugar de fogones, se construyen islas mediante estructuras modulares  autoportantes y semirrígidas. Su base es  una estructura alveolar flotante  y anclada con gaviones. Suelen ser de polietileno reciclado. Sobre ella  se ubican herbazales estructurados en fibra de coco con helófitos ya desarrollados después de un período vegetativo en el vivero. Las que conocemos, instaladas por la empresa española Naturalea, usan Iris pseudacorus, Scirpus sp., Carex sp., Juncus sp., Lythrum salicaria o Phragmites australis..

Además, ejercen la función de  hábitats y refugios para la fauna. Y superan con creces a las estaciones de tratamiento de aguas residuales convencionales en cuanto a su integración paisajística.

El funcionamiento es sencillo  y barato: insuflan oxígeno a través de las raíces de las plantas, hasta casi un metro profundidad bajo la lámina de agua. Y reducen con su mera presencia la oxigenación por contacto con el aire.

Su uso cada vez más extendido está suponiendo un gran paso adelante para luchar contra la presencia de nitratos y asimilar los fosfatos en masas de agua dulce superficiales y subterráneas.  Existen varios estudios que muestran que las islas flotantes vegetadas pueden tener un rendimiento hasta un 20% mayor que otros filtros verdes con gravas.

Hay dos lagos muy distantes entre sí, en los que estas islas han supuesto la solución a la problemática generada en ambos por la presencia de nitrógeno y fósforo.

Uno es el lago Fish Fry, cerca de Montana. Allí, los altos niveles de nitratos y fósforo,  generaron un enorme crecimiento de algas. Y el lago enfermó gravemente. El otro, situado al sur de Delhi, India, es el lago Hauz Khas. Su problema, como en tantos lugares de India, era el vertido de ingentes cantidades de aguas residuales sin tratar. El inmediato boom de algas enfermó también a todo lo vivo que en él moraba. Y redujo su superficie de 50 a tan solo 4 ha

Habrá que apostar por este tipo de soluciones, porque casi el 40% de las masas de agua de la Unión Europea están afectadas por la presencia de nitratos. Y aplicar medidas como las definidas en estos dos lagos tan distintos y distantes. Islas flotantes vegetadas. Humedales artificiales que regeneran humedales naturales. Así se absorberán con plantas, de manera natural y barata, nitratos, fosfatos y otros metales pesados generados por las floraciones de algas.

En Delhi, la Autoridad de Desarrollo, implantó también estas técnicas  de filtración  y absorción de nutrientes en las plantas de humedales con malla de alambre reciclado, tuberías de drenaje y botellas de agua usadas en las que se colocan las plantas.

Y no solo se aíslan lagos. También los viejos canales Algo parecido se ha hecho en Brooklyn, para generar agua limpia en el vetusto y deteriorado Canal Industrial Gowanus. Ahora, este barrio neoyorquino florece con sus islas canaleras. Ya hay  arte alternativo, huertos comunitarios, flea markets  y  raves de música techno como el famoso  Mister Sunday en sus aledaños.

Esta  «isla flotante», está construida con bambú, material vegetal leñoso, cuerda de jacinto de agua trenzada, plástico triturado, esteras de coco y corcho de roble. Anímense, estimulen su creatividad y láncense a construir islas flotantes vegetales. Para tener el agua más limpia

Plantación de árboles

 Otra actuación destinada a obtener agua limpia, de manera natural y barata, es la plantación de árboles. En ello están, desde 1977 los integrantes del Movimiento del Cinturón Verde, una iniciativa de base que ha plantado 51 millones de árboles. Su fundadora fue la keniata  Wangari Maathai, reputada ecologista. Además, fue la primera mujer galardonada con  el Premio Nobel de la Paz en el año 2004.

Hoy, el Movimiento cuenta con una red de más de 4.000 grupos comunitarios que plantan árboles, protegiendo así el medio ambiente y formando a la vez a las mujeres para que puedan generar ingresos a través de la silvicultura y la apicultura.

En la Kenia árida, no era difícil imaginar que había que plantar árboles. Lo difícil era plantarlos. Porque talarlos, ya los habían talado casi todos. Por eso se creó este Movimiento, bautizándose con la confección y aplicación de un programa de plantación de árboles. Para ello, previamente hubo que enseñar a los habitantes de cada zona a plantar árboles. Porque solo habían vistió cómo se talaban hasta entonces.

Fue entonces cuando la fundadora pronunció las palabras que llegaron a hacerla famosa: “Si destruyes el bosque, se secará el río. Lloverá menos y no habrá cosechas».

Ante este funesto vaticinio, todos se dispusieron a plantar. Y consiguieron que lo nuevos árboles esponjaran el terreno. Volvieron a ver y usar agua limpia.

No ha sido así en las Islas Comores, las islas de la luna. Tres islas muy agraciadas por la lluvia, situadas entre Madagascar y las costas orientales de África. Pero a pesar de las lluvias, la tierra está seca. La deforestación es la culpable de que la mitad de sus ríos de caudal continuo dejen de tenerlo. 40 ríos perdidos desde 1950 por el ansia de quitar árboles para cultivar.

Para una población que creció a más del doble, se necesitaban tierras feraces. Y talaron el 80% de los bosques. Ahora un proyecto financiado por las Naciones Unidas intenta restaurar la cubierta forestal y ayudar a los agricultores. Ojalá no sea demasiado tarde

Vida acuática. El ejemplo del caracol de los cócteles

Preservar la vida acuática de lagos y lagunas es también una forma barata y natural de mantener el agua limpia. Todos los viajeros que se pirran por ir a veranear a la Península de Yucatán saben que allí hay dos lugares sagrados: Chichen Itzá y los cócteles con caracol chivita.

Pero este caracol, especie endémica de la laguna de Bacalar, Quintana Roo, México. Idílica, preciosa y mágica laguna, famosa por los siete colores diferentes de sus aguas,

Pero el caracol no nace para ser introducido en la coctelera, sino para purificar y limpiar las aguas de la laguna. Por eso tiene tantos colores como el arco iris

Como los turistas han crecido de forma exponencial en Yucatán y Quintana Roo, los cócteles también se consumen más. Y exigen tantos caracoles que provocan sobrepesca y polémica. Solo les faltaba el sargazo y el coronavirus a los yucatecas para agravar la situación del turismo.

Con un sabor especial,  el caracol chivita es uno de los más consumidos en la región. Pero ahora se exige que no se pesque más y que los cócteles se les añadan caracoles de granja como el caracol manzana.

Además, el chivita se vende en restaurantes como plato principal. Y sus amantes lo adquieren,  fresco o congelado en pescaderías. Por si esto fuera poco, su concha se usa para elaborar artesanías o se vende a empresas estadounidenses.

Sin embargo, cada que pedimos un coctel que tiene chivita estamos aumentando la polémica. Ya hay manifestaciones para obligar a implantar una veda  de ¡20 años!. Y a esto se oponen los habitantes de la laguna, que viven de su extracción

Como no hay legislación el destino del caracol chivita depende en gran parte de los  consumidores

Y aunque la laguna por ahora permanece cristalina, lo que no está claro es si Bacalar será un futuro ejemplo de contaminación del agua como consecuencia de la acción humana.

Respecto a las plantas acuáticas reducen la presencia de metales pesados ​​tóxicos como el mercurio, que, según la OMS, afectan al riñón. Apostemos pues por los jacintos de agua. Porque además limpian aguas residuales industriales y  absorben mercurio, cobre y plomo.

O por la lenteja de agua que también reduce el nitrógeno de las masas de agua superficiales al absorber el amoníaco, inhibiendo el crecimiento de algas y hongos.

Hasta aquí, tres ejemplos de actuaciones para mantener el agua limpia. Nuevos hitos en el camino del futuro del agua.

Lorenzo Correa

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