Impactante hallazgo el de nuestra poeta acuática de hoy. Jovencísima rapsoda maracucha, de esa Maracaibo de la que salieron dos palomitas volando…y volvieron a La Guaira. El milagro de Catherine, Catherine Milagro, la que sabe cómo el agua descifra al poro.

Y por cada poro suyo sale poesía, que como el agua ocupa e impregna cada intersticio que conquista entre las partículas de los sólidos de estructura discontinua.

Pero… ¿qué cantan los poetas venezolanos de ahora? Según el crítico Alejandro Arturo Martínez, editor de la revista literaria Cantera, “escribir poesía en Venezuela no es sólo un acto heroico sino una necesidad nacional”.  Sí, porque la poesía debe ocupar ahora más que nunca cada poro del alma nacional. Gota a gota, hasta trasvasar todas las que dan caudal al Orinoco infinito. Ese “señor de agua” del legendario poeta Andrés Eloy Blanco, el que piraguaba por ríos y lagunas, caños y esteros. El que compartía con pescadores e indios el canto al trabajo que llama a la esperanza del mayor futuro posible.

Y en ese futuro, está instalada por méritos propios nuestra Catherine Milagro, la que sabe de agua y de misterios del poro. Tan joven y ya sabe que el cielo urde la trama del agua que nos regala. Y de repente, la desteje. Aunque antes, esa agua bendita haya ocupado el poro abierto y sediento de ella.

Así estamos nosotros, sedientos de poesía nueva, de adivinas del nombre de las gotas que ocupan el poro. Y por eso les brindamos el poema de la jovencísima Catherine. Esa “incesante indagadora de la belleza y sus monstruos”. Afortunadamente, hay muchos más poetas jóvenes en Venezuela, que alumbran una nueva generación y alimentan el manantial inagotable de la poesía.

Como nuestra maracucha del futuro del agua, que va llenando el poro misterioso de la tierra

 

 

Lorenzo Correa

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