Hasta el siglo V, no hubo ríos humanos en Venecia, porque la Ciudad que hoy admiramos, no existía. Desde entonces hasta hoy, podemos contar 177 ríos que comunican, como las calles de una ciudad convencional a sus habitantes y visitantes. La mayoría son “ríos” de calados inferiores a los dos metros. Facilitan la comunicación en una intrincada y estrecha red fluvial.

Pero los más espectaculares por sus dimensiones y por los palacios que los limitan, son los tres legendarios canales de Venecia. El Gran Canal, el canal de la isla Giudecca y el Canareggio.

Como ocurre en tierra firme, en Venecia también hay ríos que han sido borrados de la superficie por la urbanización. Ahora, como en todas las ciudades, son calles. Pero para recordar el pasado, se denominan “Río Terà»

Así, en Venecia hay muchas calzadas peatonales donde no se ve agua normalmente, que comienzan por ese “río terà de…”. Son reminiscencias de una cobertura fluvial. Recuerdos actuales de que esa vía antes era un río.

Estos días, Venecia se ahoga con la acqua alta. Lo vemos en todos los noticieros. Parece que sus 177 ríos humanos quieren reivindicarse en todo su esplendor y quitarle el protagonismo a chiesas y palazzos. Es otra forma de ser Venecia, la ciudad de las mil caras. Pero el acqua alta bajará y todo volverá a su ser habitual. Canales y ríos para pasear y gozar del sol y el arte. La Venecia dorada del turismo de masas

Pronto llegará el invierno. Y la ciudad tomará otro aspecto. Sus ríos, también. Volverá a ser surcados por góndolas, repletas de visitantes ávidos de fotografiar. Pero también por las autóctonas sampierotas, con sus panzas planas y los sandolos, que recuerdan a  las sandalias. Ambas embarcaciones son solo para pescadores. Si se fija bien, además el turista podrá ver a algún pescador en “mascareta”, barca ahora más deportiva que en su origen. Porque antaño era la preferida de las mujeres de la vida, enmascaradas para evitar ser reconocidas. Así se navega por la ciudad de los ríos.

Ríos y  barcas de Venecia. La eterna ciudad de las góndolas y los palazzos, que siempre vuelve a emerger del agua, confinándola sin muchas garantías de éxito en sus 177 ríos y su cuatro grandes canales. Por muy alta que ésta sea.

 

Lorenzo Correa

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