Si hay un poeta inmerso en la poesía del agua, ése es el español José Sarria. Montañas de poemas se han escrito sobre el líquido elemento. Pero él tiene un libro solo para ellas. El libro de las aguas.

Con él consiguió el premio de poesía Rosalía de Castro, en su edición del año edición 2015. Y de sus montañas poéticas se desgaja nuestro poema acuático de hoy “¿Quién me habló desde el agua?»

Para Sarria, la famosa frase “agua es vida”, revela muchas interpretaciones. La vida que el agua mantiene y da. La que surge del manantial de lenguaje del agua. Y la que acompaña al autor en la travesía de retorno a la niñez. El agua embrujada en el recuerdo de la infancia.

Aunque el agua, para Sarria, no solo es pasado feliz y presente esplendoroso. Además, es la coda que resume el final del trayecto. Por eso proclama :

Siempre atesoré la certeza/ de que al final nos quedaría/ el murmullo del agua en las acequias,/ el sustento de los geranios/ y la patria común de la palabra”

Sarria levanta con la levadura húmeda de la poesía montañas de versos. En ellos se armoniza el recuerdo y la nostalgia.  Así, navegan sin sobresaltos por el río de la vida y se remansan en los azudes del poeta. Cuando el embalse está lleno, el caudal continúa por la vida incontenible hasta el próximo remanso. Libro a libro, palabra a palabra. Las gotas refrescantes de la poesía.

La certeza de que beber el agua de esas montañas, nos dará razón y sentido común. El que se necesita para hacer realidad los sueños.

Habló el agua, desde el agua. Sus oleadas de versos rompen contra el dique de nuestros terrores y desatan avenidas de emociones. Alimentan ríos de lágrimas y lagos de alegría.

Es la voz del agua desde las montañas hasta el mar, cantando alegremente a la vida desde sus raíces, que son la nuestras.

 

Lorenzo Correa

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