¿Se puede ganar dinero con una depuradora? Por lo menos, no perderlo. Si observamos la “materia prima” que entra, se transforma y sale de esas plantas, la respuesta a nuestra pregunta sería quizás
el silencio acompañado de una sonrisa burlona. Porque nadie quiere mirar a la cara a la depuradora. Casi todos prefieren tenerlas lejos y rezan para que cueste poco dinero su mantenimiento. En resumen, para la opinión pública no experta, una depuradora es necesaria, pero debe estar lejos de casa. Es imprescindible, pero debería ser barata de mantener. Y gasta mucha energía y por ello, le cuesta mucho dinero al contribuyente. Sabemos poco de ellas. Y menos aún, de su futuro.
Pero su futuro está ligado al futuro del agua. Su gestión es cara, mejor dicho, costosa, mientras que no se encuentre un rendimiento económico al efluente depurado, el fango. Para que complemente al actual empleo del biogás en la generación de energía para el funcionamiento de la propia planta.
Por eso, el futuro del agua pasa por acercar la depuradora a la ciudad y por reducir la desconfianza actual del ciudadano. Seduciendo.
Y seductor parece el proyecto POWERSTEP. Se basa en una idea de futuro. La de la importancia del gran volumen de materia orgánica que viaja con las aguas residuales domésticas hacia la depuradora. Porque esa materia es una fuente de energía renovable que no puede dejarse fluir. Por eso, POWERSTEP tiene como objetivo convertir las depuradoras en centrales de producción eléctrica. Así se da un paso adelante (STEP) en la función convencional de la depuradora, convirtiéndola en una instalación que además de producir agua amable para su entorno de vertido, genera electricidad (POWER)
La importancia del proyecto viene avalada por su cofinanciación por parte de la UE. En él se agrupan equipos de investigadores y productores industriales con el objetivo de poder demostrar que es posible reunir en el espacio ocupado por una depuradora las dos instalaciones mencionadas.
Sucede que por las interminables redes de colectores de aguas residuales de la UE circulan ingentes volúmenes de un fluido que contiene una energía química potencial de 87,500 GWh por año en su fracción orgánica. Y eso es lo que producen 12 grandes centrales eléctricas. Sin embargo, la tecnología actual obliga a dividir en varias fases el proceso de depuración. Por ello, no sólo se pierde por el camino toda la energía contenida, sino que además se necesita el equivalente a dos centrales eléctricas para hacerlo posible.
La economía circular, tan de moda hoy en día, se aplica a todo. También a la nueva gestión del agua en conceptos como la reutilización de las aguas depuradas. Aquí lo que se pretende es que el beneficio de la depuradora sea la reutilización de sus aguas. Evitar vertidos dañinos al medio y ahorrar agua dulce. POWERSTEP va un paso más allá y además de todo esto, ofrece una planta de tratamiento de aguas residuales domésticas que también opere como productora de energía renovable. Por lo tanto, incide positivamente en la bonanza de la economía local
Para aquellos que creen que el agua es cara, hay muchos argumentos que demuestran que solamente es costosa. En el sentido de lo de hoy, el argumento es que las depuradoras de la UE consumen un 1% de la demanda regional de energía eléctrica. Por eso, este proyecto es oportuno y tiene futuro.
Los datos que se van conociendo de los estudios exhaustivos realizados en el seno del proyecto, son esperanzadores. Seis depuradoras controladas en cuatro países europeos, proporcionan resultados fiables y esperanzadores para poder diseñar una planta tipo que pueda copiarse por doquier, aportando un proceso de tratamiento, una gestión energética y un diseño común a todas las futuras plantas.
Ahora estamos inmersos en el proceso de “seducción” de responsables administrativos, de empresarios privados y de medios de comunicación. Este es el paso crucial para que la masa crítica de “clientes” potenciales se consolide y alcance un peso suficiente para cumplir los objetivos previstos.
Porque si la solución final, además de conocida no es aceptada, no se alcanzarán jamás. En ello están los 15 socios que pilotan la nave. Explicando urbi et orbi las ventajas y las características de su planta piloto generadora de energía, que además incluye procesos de digestión de lodos de alcantarillado y de valorización del biogás. Esta divulgación se realiza en los seis países elegidos para desarrollar el proyecto: Alemania, Suecia. Dinamarca, Austria y Suiza.
Como ahora es el momento de explicar, expliquemos. La energía, auténtica protagonista del “invento” la genera el biogás producido a partir de la materia orgánica presente en los fangos. Y eso ocurre en el digestor. La novedad está en evitar las pérdidas que hasta ahora se presentan en todas las grandes depuradoras con etapa de digestión anaeróbica. Aunque una parte del fango se convierte en biogás (CO2, CH4), mucha energía se pierde al convertirse el carbono en CO2 . La innovación que presenta este proyecto es que la producción de biogás se puede aumentar en una amplia franja porcentual, entre un 80 y un 150%, al redirigir más materia orgánica al proceso de digestión. Si las condiciones son buenas y todo funciona como debería, la planta podrá producir más energía de la que consume.
Como es lógico, el éxito de este proyecto interesa a muchos clientes. No en vano, la depuradora de un municipio es la instalación pública que más electricidad consuma. Su coste de operación está muy influenciado por esta realidad. Y por ello, cualquier disminución de consumo y no digamos ya, si además produce beneficios, será siempre muy bienvenida por sus gestores. Además, mirando más lejos en el tiempo, una depuradora así actúa positivamente en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. La mejor noticia para la administración municipal y para los vecinos.
Si el biogás es el responsable máximo de la producción de energía eléctrica, el reto está en valorizarlo. Una forma de hacerlo, con un gran futuro, es el uso de sistemas combinados de calefacción y suministro eléctrico (CHP). Con ellos se genera electricidad y energía térmica mediante un único sistema integrado, lo que es ideal para el suministro eléctrico doméstico.
Además, la eficiencia de estos sistemas supera con creces a la tradicional. Aquí tenemos un ejemplo muy actual de aprovechar y reutilizar el calor producido en sistemas de calefacción y refrigeración, utilizando una sola fuente de combustible. En nuestro caso, el biogás. Y así, con la electricidad y el calor que la planta depuradora produce “in situ” se puede cubrir su demanda desde dentro. Y además, puede venderse a la red o a clientes cercanos.
También puede usarse este biogás en la red de alumbrado municipal o convertirlo en un biocombustible a usar en los cada vez más populares vehículos de uso compartido urbano. Sin olvidar otro uso importantísimo. El de colaborar en la estabilización de la red eléctrica mediante uso de gas.
Nos encontramos con un producto vendible, el biogás. El reto está en disponer del mayor volumen posible. Para ello instalaron filtros de extracción de carbono al inicio de la línea de tratamiento. Así pudieron extraer el fango más “energético”. Y consiguieron un incremento del 80% en su extracción. Esto fue posible gracias a utilizar una tecnología punta, que superaba con creces al 30% conseguido con la tecnología tradicional al uso
Y ya que tenemos stock para vender, ¿a quién se lo vendemos? Un cliente importante es la red regional de distribución de electricidad. Este biogás convertido en energía eléctrica puede ser una gran ayuda para estabilizarla. Pero solo si su consumo y capacidad de producción se armonizan trabajando en equipo con el operador de la red. Aquí nuestro biogás tiene la ventaja de la flexibilidad para adaptarse al consumo real punta. también para adaptar su producción energética a la situación concreta de la red en cada momento. Y, además, es reversible, por lo que, si la red va sobrecargada, se puede convertir el exceso en biogás. Cuando proceda, a este biogás que no viene de las aguas residuales, se le puede dar salida por otros caminos o almacenarlo para cuando sea necesario. En cualquier caso, es una venta asegurada para el operador de la depuradora.
Hechas ya todas las consideraciones innovadoras, queda por resolver otro problema tan o más complicado. El de la inserción dentro de la legalidad vigente del biogás procedente de aguas residuales. Si bien es cierto que la UE reconoce este tipo de biogás como una fuente de energía renovable, aún queda mucho camino por recorrer para que su uso se adapte a las legislaciones nacionales y sectoriales y, sobre todo, se establezcan tarifas, se clarifiquen la política impositiva y se abran líneas de subvención para incentivar su incorporación como una fuente más de energía
En este sentido, los responsables del proyecto POWERSTEP abogan por que se le dé el mismo trato desde la administración al biogás de depuradora que a los demás tipos de biogás. Sobre todo, porque si lo comparamos con el biogás de residuos agrícolas, el de depuradora no tiene muchos de sus inconvenientes. El primero exige cada vez más terreno disponible para plantar, eliminando bosques y áreas forestales vírgenes. Y esas tierras cultivadas necesitan abonos y pesticidas que acaban contaminando el agua y el medio. Por lo tanto, se necesita, para el éxito definitivo del proyecto POWERSTEP, el establecimiento de un marco regulatorio claro. Y que además sea estable en este ámbito.
Como ya venimos repitiendo con insistencia en estas páginas, las tecnologías están aquí. Y son el pavimento de un camino sin obstáculos tecnológicos para el futuro del agua. Pero para recorrerlo hace falta disponer de un motor potente y de suficiente combustible. Y eso solo se consigue con más dinero. Solo si un proyecto es financieramente viable, podrán sus impulsores recorrer el camino al objetivo. Y esta viabilidad, depende, entre otras variables, del marco regulatorio nacional en cada caso. Porque los mercados energéticos están altamente mediatizados por la carga impositiva. Y también, por las tarifas y por las subvenciones, como acabamos de mencionar más arriba.
El reto en este ámbito para los 15 socios de POWERSTEP está en encontrar ese motor y ese combustible. En situar el vehículo sobre el trazado del camino que ya han diseñado. Y hacerlo en cada país, adaptado a su marco regulatorio, social y económico. Sin olvidar su nivel de infraestructuras de saneamiento.
Cuanto más necesario en un lugar concreto sea la implementación o renovación del parque de depuradoras, más fácil tendrán introducir su solución. Mientras, sus recomendaciones a los operadores nacionales y regionales, servirán para dar a conocer su producto. Y para popularizarlo y seducir con su idea
El final feliz, es siempre el mismo. Con esta solución, se consigue mantener el agua depurada inocua en su vertido para el medio receptor. Y además se hace viable económicamente la explotación. Todo gracias al uso de una energía que ya lleva consigo el propio efluente a tratar. Futuro del agua en estado puro
Lorenzo Correa
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