La voz “Microplástico” ha sido elegida como palabra del año 2018 por la Fundación del Español Urgente (FUNDÉU). Este organismo está impulsado por la Agencia Efe y el banco español BBVA,.
Nuestros lectores oyen cada vez más noticias y opiniones sobre estos pequeños fragmentos de plástico. Tantas, que
ya forman parte del presente del agua y de su lenguaje cotidiano. En agua flotan. Y allí se convierten en una de las principales amenazas ambientales del futuro. Por esta razón, también lo son para nuestra salud.
Su fama procede de la utilización masiva de la voz microplástico para designar al objeto responsable de un problema del futuro del agua, del medio y del hombre. Todos la pronunciamos a menudo. Ya forma parte de nuestro lenguaje cotidiano. Lo hacemos con miedo, pero también, como ahora, con esperanza.
El reto de futuro respecto al nocivo efecto del microplástico, es el de encontrar una o varias soluciones que garanticen la desaparición del problema actual. Ahí está la esperanza. ¿Qué puede aglutinar pequeños fragmentos de plástico inferiores a 5 mm? ¿Cómo se puede extraer del agua con eficiencia y eficacia?
La respuesta lógica sería que mediante un filtro. La esperanza para alcanzar el objetivo del futuro está en algo tan “molesto” como las medusas. Las auténticas hijas del agua. Porque son casi todo agua. Las verdaderas formas del agua, porque ellas las moldea. Estos celentéreos pueden “fabricar” filtros y además fertilizantes y comida para peces y humanos. Suena bien. Las urticantes medusas, odiadas por los bañistas playeros, no solo evitarán que el microplástico sea tragado por el pez. Además, le alimentarán.
¿Dejarán de ser conocidas como aguamalas, malaguas, aguavivas, aguacuajadas o lágrimas de mar? Seguro que sí. Porque habrá mucho que agradecerles.
![Microplástico aglutinado por el moco de medusa Microplástico](https://i0.wp.com/www.futurodelagua.com/wp-content/uploads/2019/01/jellyfish-background-1506532085Ex2.jpg?resize=790%2C592&ssl=1)
En este reto se encuentran inmersos los investigadores del proyecto GoJelly, nuestros invitados de hoy. De entrada, tienen masa crítica para investigar. Los 150 millones de toneladas de plástico que contienen los océanos, por un lado y por el otro las colonias de medusas, que se concentran en temibles flores, animadas por el mal del mar del siglo XXI: aumento de temperatura y acidez del agua e incremento exponencial de la pesca marina. Este mal intensifica las floraciones de medusas y arrasa las poblaciones de zooplancton (copépodos y larvas de peces), afectando gravemente al ecosistema
Para investigar más y mejor, han conseguido financiación de la Unión Europea, en el marco del proyecto EuH2020. Pretenden con ella unir para un buen fin la contaminación del plástico con la proliferación de medusas a través. Y que de esta unión nazca una solución definitiva para tan acuciante problema.
Esperanzadora unión del jovencísimo microplástico. Paradójica al ser entre un recién nacido prácticamente y una matusaléncia medusa, que lleva en la tierra, como especie, 700 millones de años.
Se trata de desarrollar una solución gelatinosa que aglutine todo el microplástico que encuentre. Y hacerlo mediante un filtro con un nivel de madurez tecnológica (TRL), de entre 5 y 6, formado por moco de medusa. Los TRL, homologados por la NASA, validan tecnologías en un entorno relevante concreto.
Para conseguir que este “pegamento” de microplástico sea una realidad eficaz, Go Jelly cuenta con varias instituciones académicas e industriales internacionales. Son ellas las que aportan sus tecnólogos y analistas de negocios. También sus experiencias en la pesca marina. Y en la investigación científica. Todos avalarán en su día el producto conseguido.
Veamos quienes son y cuales son sus disciplinas de experiencia:
De la gestión del proyecto y la coordinación se encarga GEOMAR Helmholtz. Es el Centro para la Investigación del Océano de Kiel.
La Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, se ocupa de las predicciones de floraciones de medusas, desarrollando sus modelos analíticos de predicción en el Mediterráneo, el mar de Noruega, el del Norte, el Báltico y el Atlántico oriental)
Otro socio es la portuguesa ARDITI. Es la Agencia Regional para el Desarrollo de la Investigación, Tecnología e Innovación. Desarrolla protocolos para la cosecha de biomasa de medusas. Lo hace realizando capturas silvestres cuando las floraciones son intensas y técnicas de acuicultura cuando las floraciones son escasas.
Los investigadores del Instituto nacional de biología de Eslovenia, gestionan el procesamiento de la biomasa de medusas para comercializarla. también difunden sus productos entre los clientes interesados y entre la sociedad, mediante una adecuada estrategia de comunicación
La israelita Universidad de Haifa se ocupa de fabricar y probar el filtro de moco de medusa, producto estrella. Su fiabilidad y eficacia en captar partículas y fibras microplástico y el nanoplástico se probará en estaciones depuradoras de aguas residuales.
La escuela de Ingenieros Ort Braude, también de Israel, complementará el trabajo de la Universidad de Haifa caracterizando y cuantificando microplástico en efluentes de aguas residuales. También estudiarán la composición química de la mucosa producida por diferentes especies de medusas. Y además, la capacidad de absorción de nano y microplástico. TPor último, desarrollarán métodos para su extracción y aislamiento, a partir del moco.
La Universidad Christian Albrechts, de Kiel, se ocupará de desarrollar productos a partir de biomasa de medusas.
La Hanseatische Umwelt CAM de Hamburgo es una empresa de tamaño medio que fabrica compost y fertilizantes orgánicos. Tiene una gran experiencia práctica también en biomasa marina y residuos agrícolas. Analizan suelos y compostb de biomasa marina y algas y miden nutrientes.
Aquí aplica su experiencia en el desarrollo y prueba de campo de nuevos productos fertilizantes a partir de biomasa marina. Y ahí entran las medusas y las algas. Establecen el protocolo de gestión, tratamiento y procesamiento de las medusas más adecuadas para productos fertilizantes y para desarrollar productos fertilizantes innovadores basados en medusas como motor de activación del suelo en importantísima contribución al crecimiento de plantas.
El SINTEF OCEAN de Noruega, desarrolla un juego que desde la socio-ecología explora la percepción general de las medusas como una plaga o un recurso. Así se presenta en sociedad a la medusa de otra forma. Como un elemento compensado de bienes y servicios del ecosistema.
El Instituto de Investigación y Gestión Costera de Kiel, aplicará su conocimiento de la extracción de colágeno de las medusas para el desarrollo de productos médicos, como el Bioscaffold. Esta tecnología revolucionaria, reemplaza tejidos mediante la aplicación de materiales biocompatibles y bioreabsorbibles. Así se consigue construir una estructura 3d comparable al área del tejido del implante. Y así se puede promover la regeneración del tejido y la recuperación de lesiones. Este instituto es experto en la utilización del colágeno y otras biomoléculas de invertebrados marinos. Los usa como materia prima para la industria de cosméticos, alimentos y péptidos.También para productos médicos.
Por eso, su inclusión en el proyecto GoJelly es acorde con su orientación empresarial. Se pretende animar al mercado a utilizar masivamente la biomasa de medusas en el futuro. Ellos diseñan, producen y comercializnr nuevos productos de medusas. Para conseguir que sean más conocidos. Y para valorizar las actividades de limpieza del mar.
El Instituto de Ciencias de la Producción de Alimentos del Consejo Nacional de Investigación de Italia está involucrado en el desarrollo de alimentos para humanos a partir de biomasas de medusas, en concordancia con la legislación alimentaria europea. Ello le obliga a incluir y respetar aspectos relativos a aceptación ecológica, seguridad y nutrición.
Desarrollarán en laboratorio nuevas metodologías de procesamiento. Su objetivo es preservar la calidad alimentaria de la medusa. Así, se evitan riesgos endógenos (toxinas, patógenos microbianos o metales pesados). Y también los relacionados con el procesamiento, o la disminución de la calidad del producto.
La Sociedad Cooperativa Agrícola Sanpietro colabora con este Instituto. Aporta su faceta de creadora de un prototipo a escala pre-industrial de nuevas metodologías de procesamiento. Que se basan en tecnologías de secado a temperatura suave capaces de preservar las características de las medusas para usos alimentarios.
La Universidad de Hamburgo aporta al consorcio su equipo de ecología acuática para avanzar en el conocimiento de los recursos bioquímicos que estructuran las redes alimentarias acuáticas. Aquí podrán integrar los cambios observados en la red alimentaria de los regímenes de peces, para aplicarlo a las medusas. Analizarán muestras naturales de ácidos grasos, para caracterizar bioquímicamente las poblaciones de medusas.
La Fundación Europea de Ciencia, de Francia se encargará de la comercialización y explotación de productos de medusas. También evaluará el impacto socioeconómico de los productos y subproductos medusianos del proyecto y el potencial para su comercialización.
Son los catorce organismos y empresas asociados al proyecto. A ellos se suma el Instituto de Oceanología de la Academia China de Ciencias. Todos componen el elenco de trabajo que permitirá dar con el filtro adecuado para el micoplástico. Eso sí, gracias al moco de las medusas
En ellos están depositadas todas las esperanzas. Con sus aportaciones, evitaremos que el microplástico flotante (más del 90%) acabe en el fondo del mar. O que sea ingerido por otros organismos o atrapado en otras partículas, que acaban también en el fondo marino.
Hemos visto cómo GoJelly quiere hacerlo con el moco producido por las medusas, mediante un biofiltro. Y usarlo en depuradoras urbanas e industriales Para evitar que el microplástico llegue al mar. Y a nosotros.
Además, ya que se han puesto a investigar medusas, buscan otros usos sostenibles. Como el que sirvan de alimento para peces en actividades de acuicultura. O como fertilizantes agrícolas. También pretenden usar su colágeno en cosmética.
Interesante reto: mejorar la salud de los ecosistemas marinos, alimentar peces cautivos y seres humanos. Y dar belleza a nuestros cuerpos, con la ayuda de las medusas. La medusa, nuevo plato estrella de nuestras dietas sanas. Además, tienen como objetivo promover su consumo publicando un libro de cocina con platos preparados con medusas.
Dejémosles trabajar para mejorar las perspectivas menos halagüeñas del futuro del agua. Quedémonos con su nombre: GoJelly, una solución gelatinosa para la contaminación plástica. Por ahora, van avanzando en su trabajo. Lo hacen analizando partículas plásticas y recogiendo medusas en el mar. Cuando tengan desarrollados los biofiltros, los probarán en el mar de Noruega, en el Báltico y en el Mediterráneo.
Y aquí esperamos contárselo. Y muy pronto. Cuando pescadores, industriales y científicos involucrados en este reto nos traigan buenas noticias sobre la pesadilla del microplástico. Tendremos que agradecérselo a las todavía hoy molestas medusas. En poco tiempo, habrán dejado de serlo en muchos sentidos.
Lorenzo Correa
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