De Rotterdam a Río. Ooze rezuma soluciones de reutilización natural del agua


Se acerca la Navidad y tras ella el comienzo de un nuevo año. Son momentos entrañables para una gran parte de la humanidad, en los que se envían todo tipo de buenos deseos hacia el prójimo. Se rezuma paz y felicidad. Las noticias del agua que nos llegan durante el año, a menudo son negativas. Quejas, denuncias, acusaciones y sombrías visiones de la catástrofe que nos espera.

Los desastrólogos avisan sin cesar del cataclismo ambiental que se avecina. Y el agua es uno de esos cuatro jinetes del Apocalipsis.

Pues bien, nosotros queremos ser optimistas y por eso vamos a volver a hablar de avataras. Ya saben, los que nos traen mensajes de esperanza y soluciones que iluminan el oscuro panorama del futuro del agua. Es obligado, porque ya es, casi, Navidad.

Hace unos días, nuestro primer avatara se dedicaba a viajar por el mundo en un barco autopropulsado para llevar la buena nueva de las soluciones directas e indirectas para lograr la disminución de plásticos en los océanos.

Hoy vamos  a presentaros a una avatara de tierra firme. La fundadora de la consultora de arquitectura holandesa Ooze, Eva Pfannes. Porque se dedica, entre otras cosas, a reutilizar el agua contaminada de manera natural. A convertir agua sucia en agua bendita, apta para el consumo. Y lo hace con técnica, pero también con gracia. Buscando la belleza de la solución constructiva.

Las redes acuáticas están plagadas de noticias relativas a su quehacer. Su consultora de arquitectura, Ooze presenta soluciones adaptadas al entorno en los que se aprovecha el funcionamiento natural de las cosas para aprovecha los sistemas naturales para resolver las crisis de agua dulce.

Los políglotas saben que “ooze” significa rezumar. Excelente alegoría.  El sólido cuando rezuma, deja pasar a través de sus poros gotas de agua. El agua sale al exterior cuando está atrapada en un sólido rezumando por los poros. Y el sentimiento también rezuma por nuestros ojos. Por eso las lágrimas, de dolor o de alegría,  lo hacen.

Solo con este nombre, la empresa ya promete. Porque todas las cosas, acaban rezumando, traslucen y se susurran. Y así, se purifican. Y nos purifican, naturalmente. Pfannes lo hace con el agua

Hace ya ocho años que rezuma en Alemania, con la actuación “Between the Waters” en la que también intervino Marjetica Potrč, artista de la arquitectura radicada en Eslovenia.

Eligieron el río más contaminado de Alemania (sí, allí también los hay). El Emscher.

El problema de esta contaminación viene de antiguo. La cuenca del Ruhr, contribuye al milagro industrial alemán desde hace más de un siglo. Infestada de minas, las características del suelo impedían abastecer y eliminar el agua residual mediante conducciones enterradas. Se decidió que el río Rhur aportara el agua bendita y que el pobre Emscher, se llevara la residual. Rezuma agua poco bendita. Ese agua que no sacia la sed.

Hasta que la hulla dejó de ser rentable y se cerraron las minas. Cuando finalizaba el siglo pasado se comenzó a construir el colector paralelo al río que evitara que sus aguas continuaran bajando negras. Y se planificó un ambicioso trabajo de restauración fluvial. Eso sí, hay que disponer de unos 5.000 millones de euros para hacerlo. Alemania puede, otros países no. Y ya lo están finalizando

En este escenario, Ooze decidió actuar con una actuación modesta pero emblemática. Y bella.  Está entre el río y el canal Rhein-Herne. Por esta vía de navegación esculsada, se transportan mercancías entre Renania y el puerto fluvial de Duisburgo, el superpuerto del Rhur.

Pues allí, en un área de descanso, se puede admirar lo que ven en la imagen. Una estructura coloreada de tubos que conectan dos aseos públicos con el río Emscher y vierten en un parque ajardinado dotado de una fuente de agua potable. Ooze y Potrč han creado un sistema de lagunaje que recibe el vertido de los aseos mezclado con agua del río, lo purifica y potabiliza. Riego y aseo garantizados de forma natural con un mantenimiento muy reducido.

Se usa solo el agua disponible en la zona: la del río, la de la lluvia, la del canal y la residual del aseo. Y con una bomba que saca agua del río y del canal y cubiertas recolectoras para recoger las de la lluvia, se almacena el agua y se filtra naturalmente por lagunaje. El agua limpia sirve para la fuente, para las descargas de las cisternas y para regar el huerto comunitario.

Los innumerables caminantes y ciclistas que recorren la ruta tienen un lugar donde aliviarse, refrescarse, beber y descansar. Se reutiliza el agua y también la tierra antes yerma e infecunda.

Un paisaje artificial en que se transforma mediante los sedimentos y la vegetación, algo tóxico en algo útil. Sin los inconvenientes de un sistema natural de lagunaje: mosquitos y sedimentos inadecuados para su reutilización. Aquí sedimentos y vegetación hacen de filtro y catalizador para para descomponer sustancias tóxicas. Los sedimentos y las plantas utilizados eliminan microorganismos tóxicos y ahuyentan a los mosquitos, desactivando las bacterias que producen malos olores

A una escala reducida, este prototipo sirve para probarlo todo y proyectarlo en el futuro hacia actuaciones de más envergadura. Regalo de navidad: así se seduce y se trabaja por un venturoso futuro del agua

Dos años más tarde, en 2012, lo que rezuma cambió de continente. De la rica y ambientalista Alemania, las rezumadoras decidieron irse a trabajar en un lugar de Iberoamérica donde la miseria se mira cada día en el espejo de la belleza natural. Las favelas de Río de Janeiro.

Se trataba de dar una solución original al vertido de las aguas residuales de estos barrios marginales situados en las laderas más abruptas de la megápolis carioca que quiere ser Smart city. Pero que rezuma aguan residual, violencia y carestía en sus barrios más humildes

El gobierno municipal y los vecinos faveleros abrieron sus brazos al ingenio. Pero en sus manos no había dinero. Río no es el Rhur. Y hubo que buscar financiación. Como siempre pasa en asuntos relativos también a la gestión del agua, las ideas más brillantes tienen un precio. Pero los países menos afortunados no pueden pagarlo. La pregunta de ¿y esto quien lo paga?, surge popr doquier. Aquí, también.

Ante todo, se preguntó a los satkeholders y a los expertos involucrados en la cotidianeidad hídrica favelera. Se averiguó qué pasaba y se definió el objetivo. Se rodó un documental y se presentó a los vecinos. En él se evaluaba el problema y se presentaban soluciones. Esa es la mejor manera de seducir. Preguntando antes y presentando soluciones para saber qué opinión tienen sobre ellas los afectados.

Y en la primavera de 2016, comenzó a rezumar el Proyecto Água Carioca. Gracias a la complicidad del gobierno federal,  el prototipo de las instalaciones se construyó en Sitio Roberto Burle Marx. En Guaratiba, a 60 km de Río, se ubica una hacienda maravillosa en la que se instaló el famoso arquitecto paisajista brasileño Roberto Burle Marx. Se trata de un espacio de 35 ha de superficie. Del manglar que ocupaba la hacienda cuando Burle la compró, se ha pasado a un jardín exuberante con 3500 especies de plantas. La innovación de Roberto fue usar plantes europeas y no solo autóctonas en sus creaciones.  Y su fama le llegó por ser el autor del paseo de la playa de Copacabana.

Paralelamente a la creación del jardín, fue arreglando la casa. La propiedad completa fue donada al gobierno federal en 1985 y ahora es mundialmente conocida como “Sitio Roberto Burle Marx”.

La instalación piloto visitable se ubicó junto a la casa de huéspedes que Roberto Burle Marx construyó para su hermano. Reproduce el típico ciclo integral de la reutilización doméstica del agua: lavabo y retrete que vierten a una fosa séptica. Captación de agua de lluvia desde el tejado de la casa, que se almacena en un depósito. Y humedal filtrante. Se completa con un depósito de agua tratada.

El objetivo no es otro que divulgar a los usuarios el funcionamiento del sistema, ganando así su confianza, porque lo ven funcionar y comprueban que lo hace bien. Rezuma satisfacción la obra bien hecha.

Con estos ejemplos de gestión seductora, se pretende implementar soluciones modestas en cuanto a que su alcance no es universal, sino individual. Pero siempre trasladando la idea de dejar en lo posible de dominar a la naturaleza, luchando contra ella en una guerra eterna entre el maestro inteligente y el esclavo tozudo. Por eso Burle decía que “el camino que la ecología nos señala es el de convertirnos en socios de la naturaleza.

Este regalo de reyes que nos hacemos hoy en futuro del agua, nos anima a perseguir dos objetivos. Uno es demostrar que la gestión seductora del agua funciona bien en países ricos y en países pobres. Solo hay que moverse y elegir ese camino. Asumir el reto en el tiempo y, por supuesto, el coste. En el caso de Río, se consiguió una subvención de 30.000 dólares americanos de la Fundación LafargeHolcim para la construcción sostenible. Sirvieron para construir el primer prototipo. Sin embargo, en el de Alemania, la administración procedió. Ambos alcanzaron el éxito deseado.

El segundo objetivo es el de hacer las cosas poco a poco. Soluciones modestas, pero emblemáticas. No se pretende solucionar el abastecimiento de agua de Río, sino de cada favela en particular con soluciones adaptadas, que emanan del prototipo en funcionamiento.

En casi todas las favelas hay charcas de aguas residuales. La tracción del charco, lleva a los niños a bañarse, porque hace calor todos los días en el trópico. Y porque en casa no hay duchas ni casi agua. La zona de baño, se convierte en una zona de reunión de pandilleros. Y se generan dos problemas: el higiénico y el social. Enfermedades del cuerpo y del alma emanan del aguan residual encharcada. La favela rezuma agua residual

La idea de Ooze es sustituir estas charcas hediondas por jardines exuberantes con agua bendita conseguida aun bajísimo costo. Que la tierra rezuma agua bendita

Pero hay que afinar el ingenio. Los bosques tropicales que rodean a Río no permiten legalmente llevar el vertido por un colector desde la favela al cauce más cercano, ni construir una depuradora en ese entorno protegido: Y resolver el asunto en origen. El agua residual de la favela debe purificarse en la favela.

Solo se necesita espacio para el humedal. Con medio metro cuadrado por persona y día, basta. Las favelas están sobradas de charcas. Por lo tanto, por este lado, no hay problema.

El prototipo diseña humedales que filtren aguas residuales de 150 personas, es decir unos 2.500 litros diarios. La prueba en la hacienda de Roberto Burle, demuestra que funciona.

Y solo queda un problema por resolver: el político. Desgraciadamente, la situación que viven las favelas es revolucionaria, con el ejército patrullando día y noche. Y Brasil acaba de salir de un proceso electoral que ha supuesto un seísmo en el establishment, de consecuencia aún desconocidas.

Los planes para implementar esta solución en otras favelas están suspendido debido a los obstáculos políticos.

Mientras tanto, Ooze rezuma ahora por Chennai en la India, recuperando los míticos johads.,Esas ancestrales soluciones de almacenamiento de agua de lluvia para luchar contra la endémica sequía. Y por New York, rediseñando sus calles para esponjarlas

Buenas noticias por Navidad. De avataras que traen regalos el día de Reyes. En el caso de hoy, rezuma agua bendita por los poros de la tierra. Visiten su página web

Es para animarse al ver como rezuma alegría por todos los poros entre tantas noticias que anuncian el cataclismo hídrico mundial.

 

Lorenzo Correa

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