Hoy vuelve a ser, como cada año por estas fechas, el Día Mundial del Lavado de Manos. Con reiteración renovada, se nos recuerda que casi dos millones de niños mueren cada año antes de cumplir los  cinco. Las culpables son la diarrea y la neumonía. Aunque también influye la propagación de otras enfermedades infecciosas, como la gripe y el ébola.

El lavado de manos con jabón es una de las maneras más eficaces y económicas de prevenir tan terribles enfermedades. Las que para un habitante del primer mundo se curan con relativa facilidad, son las más letales en ámbitos más deprimidos.

Solo con lavarnos las manos, disminuimos a la mitad el riesgo de contraer diarrea y en una cuarta parte el de contraer neumonía. Por eso, vale la pena lavarse las manos y seducir a los que no se las pueden lavar tan a menudo como nosotros, para que se las laven. Porque de esa capacidad de seducción, en muchas ocasiones depende su vida.

Para seducir, hay que actuar. Tomando iniciativas que impulsen a adoptar las medidas e implementar las herramientas que permitan que lavarse las manos sea una operación sencilla y asequible. Comenzando por disponer de grifos suficientes, agua limpia y jabón. Siguiendo por  enseñar a quienes no lo saben  que esta práctica evita contraer terribles enfermedades. Y creando así un hábito higiénico y saludable.

El primer hábito se adquiere con una práctica exitosa. Lo primero que hay que usar es jabón. Con agua solo, no vale.  Y  frotar una mano contra otra para producir la espuma que libera las grasas u y aceites del jabón. Con 30 segundos, vale. Dorso, muñecas, dedos… y no olvidar las uñas

El segundo hábito es hacerlo cuando las manos estén sucias, por supuesto. Pero además,  después de usar el inodoro, de toser o estornudar. También, antes y después de beber, fumar. De tocar carnes rojas, pollo o pescado crudo. Por supuesto, cuando movamos basura, visitemos o cuidemos enfermos. Cuando juguemos con nuestras mascotas o toquemos un animal no domesticado… o sus excrementos.

El tercer hábito está en cómo tratar las heridas. Debemos limpiarlas con agua y jabón y desinfectarlas. Evitando el algodón para no dejar sus fibras en la herida.

¿Cómo elegir el jabón para desinfectar bien? En todos los hospitales tenemos el ejemplo con loas dispensadores de gel. La OMS indica que para una correcta eliminación de los microorganismos las soluciones hidroalcohólicas son más eficaces que el lavado de manos tradicional con agua y jabón. El porcentaje de alcohol debe ser superior al 80 % preparaciones de etanol. Soluciones como Sterillium Gel, con un 85% de alcohol, consiguen en solo 30 segundos inactivar el 99,999 por ciento de las bacterias presentes en nuestras manos. Usando  cualqueira que contenga un  producto hidroalcohólico o gel, consiguiremos la eliminación de bacterias, virus y hongos. Deben usarse siempre cuando la gripe o la conjuntivitis nos rodean, o cuando no disponemos de agua. Nunca debemos usarlos con las manos mojadas

¿Cuándo hay que lavarse las manos? Para no caer en el derroche de agua y de jabón, debemos ser conscientes de que llevamos siempre con nosotros mil millones de bacterias en el cuerpo. Pero no todas son patógenas. Muchas son inofensivas y otras incluso nos protegen.

Sentido común, ante todo. Cuanto más manchadas tengamos las manos, más sustancias patógenas llevaremos en ellas. Tocando nuestros objetos personales, asumiremos un riesgo menor que cuando tocamos objetos compartidos. Usar el aseo de nuestro trabajo, tocar el mostrador de un comercio, un teclado de ordenador compartido, sí que supone un riesgo más elevado. Y no digamos el que supone tocar las barras de apoyo de metros y autobuses, auténticas residencias habituales de virus y bacterias.

¿Antes o después?  Siempre antes de ir al baño para evitar que las bacterias se trasladen a partes íntimas. Los más puristas recomiendan un lavado de manos antes de entrar en la oficina y abrir la puerta con el codo. Importante tener en cuenta cómo actuar en el restaurante. Pocas personas intuyen que lo más peligroso para el contagio son las cartas de los menús. Por eso, lo mejor es lavarse las manos después de haberlo elegido

Tocar el teléfono celular también tiene su riesgo. Sobre todo cuando se tiene la costumbre de usarlo en el baño. Por ello es recomendable lavarse las manos cuando dejemos de usarlo para ir a dormir.

Muchas personas se sorprenderán de la cantidad de días mundiales de alguna cosa que celebramos, hasta tal punto que si nos pusiéramos a contarlos, superarían los 365. Pero en este caso, la celebración está totalmente justificada, porque se trata de una jornada de promoción del conocimiento y la comprensión de la importancia del lavado de manos con jabón como solución definitiva, sencilla, eficaz y asequible para prevenir enfermedades y salvar vidas. Para que el agua no mate.

Es una idea de la Asociación Público-Privada para el Lavado de Manos, que pretende diseñar, probar y producir en serie todo tipo de elementos creativos capaces de articular un mensaje seductor que anime a todos los usuarios del agua del mundo a  lavarse las manos con jabón en los momentos críticos. Un gesto rutinario  y sin importancia para muchos, pero difícil de realizar para muchísimos cuando no se dispone de agua  o la disponible está en un estado cualitativo lamentable

El día mundial del lavado de manos es un día de promoción mundial anual dedicado a aumentar el conocimiento y la comprensión de la importancia del lavado de manos con jabón como una manera fácil, eficaz y asequible para prevenir enfermedades y salvar vidas. Este año, el lema del día pretende que el lavado de manos sea un hábito saludable que se integre en las  buenas prácticas de la higiene alimentaria y la nutrición. Y para ello no hay mejor lema que  “Manos limpias. Una receta para la salud”

Su mensaje proclama que el lavado de manos “es” salud y ayuda a construir su propio futuro a quien lo practica habitualmente. Y también a su comunidad y por extensión a todo el mundo.

Esta práctica tan sencilla, si se dispone de los adminículos necesarios para ella y por supuesto de agua limpia, es una manera económica y eficaz para lograr el objetivo definido, ya que ayuda a mejorar el acceso a la educación para los niños, protege la salud de los pacientes y de todas las comunidades, y reduce las desigualdades, por lo que todas las acciones que se acometan para lograr este fin y conseguir realizar habitualmente  y por propia convicción la práctica del lavado de manos con jabón, acabarán fomentando el acceso y la mejora de las instalaciones higiénicas, mediante un trabajo continuo que aporte soluciones que consigan acercarnos al ideal del futuro del agua que perseguimos

Desde futurodelagua.com, creemos que el futuro de la buena gestión del agua pasa “también” por poder realizar mecánicamente este gesto en cualquier lugar del mundo. Y por ello apoyamos la celebración de esta jornada, en la que se pretende:

• Generar, fomentar y dar cabida a cultura global y local de lavado de manos con jabón
• Dar la máxima publicidad al estado del lavado de manos en todo el mundo
• Aumentar la conciencia sobre los beneficios de lavarse las manos con jabón

Todo empezó en el año 2008, en el que se celebró por primera vez esta jornada, cuando más de 120 millones de niños de todo el mundo se lavaron las manos con jabón en más de 70 países. El año pasado, más de 500 millones de personas celebraron el Día Mundial del Lavado de Manos

En la década que este año se cumple, se ha dotado a infinidad de comunidades de material de información sobre el lavado de manos, se han construido en ellas lavabos, se han instalado grifos “Tippy”, y se ha trabajado de manera seductora para que los nuevos usuarios conozcan lo fácil que es y el valor añadido que supone tener siempre las manos limpias.

Porque  cuando tantos seres humanos sobreviven con menos de un dólar al día, el sistema Tippy Tap puede resolver el problema de la limpieza de forma sencilla y económica, para satisfacción de los niños afectados y de sus familias que así evitan contraer enfermedades fácilmente prevenibles.

Porque si lavarse las manos es la primera medida preventiva en el contagio, los grifos Tippy ayudan a los niños a aprender a hacerlo, usando un sencillísimo lavamanos artesanal que las propias familias construyen copiándolo de un modelo facilitado  y montado por el fabricante.  No hay más que pisar un pedal para inclinar el depósito y disponer de un hilo de agua. Con este adminículo tan sencillo, se aumenta la frecuencia del lavado, se evita el lavado reiterado y común en un mismo recipiente que expande las enfermedades infecciosas y  se reduce la mortalidad infantil. Se aplica un jabón de manos, donde lo hay y donde no, el lavado se realiza con agua y ceniza seca.

Con poco esfuerzo y escasos recursos se obtiene un resultado eficiente. Y eficaz. Porque se utilizan los materiales disponibles en cada lugar. El hecho de enseñarles a construirlo seduce a los niños. A partir de ahí, quieren hacerlo ellos mismos. E incentiva las ganas de copiarlo y usarlo en otras familias, comunidades vecinas, ambulatorios o escuelas. Los recursos y esfuerzos que tiene que invertir en esto son escasos y los resultados son enormes. Por eso, cuando se genera un entorno atractivo  y bien “amueblado”, la práctica de lavarse las manos puede llevarse a cabo con mayor facilidad, faciltando así un cambio de comportamiento  mediante la creación de un hábito voluntario. Para ello es fundamental disponer las instalaciones en una ubicación conveniente por visible y accesible.

La frecuencia del lavado de manos con jabón es mayor cuanto más rutinaria sea la operación. Y disminuye cuando se está ocupado o cansado. Sin embargo, una educación que impulse a estar preocupado por las buenas maneras es esencial. También la que impulse  a desear emitir un olor agradable. Así   se aumenta esa frecuencia.  Sobre todo cuando existen instalaciones  bien dotadas de agua y jabón en la cocina y en el retrete. Los  lugares clave para el lavado de manos.

Es imprescindible reforzar argumentos emocionales: que no se vea como una amenaza percibida. Que no se haga a disgusto. Y que sirva como antídoto para la vergüenza de no hacerlo y de sentirse estigmatizado por parecer sucio.

Volvamos a la celebración de hoy, 15 de octubre. Este año su impacto llegará hasta más de 200 millones de personas de 100 países. Es la ventaja que tiene contar con el apoyo de  gobiernos, instituciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil, ONG, empresas privadas, y particulares.

De todos es sabido que el talento consiste en convertir las habilidades en hábitos. Por ello, todos los que comiencen a disponer de una instalación para lavarse las manos como las que acabamos de citar, podrán ser talentosos en estos menesteres. Siempre que  se entrenen  y lo hagan  a menudo, como si fuera un ritual. Aprendiendo que el lavado de manos para ser eficaz, debe ser practicado constantemente en momentos clave. Los que antes hemos indicado.

La formación de hábitos es actualmente un aspecto clave para cambiar los comportamientos en el ámbito de la gestión domiciliaria del agua. Por eso la seducción por la que constantemente abogamos en este blog tiene un protagonismo tan acentuado. Así se consigue ese talento que conseguirá solucionar el problema del agua asesina.

Sirva esta celebración para concienciarnos a todos de la necesidad de implementar este hábito en donde más falta hace. Y de que se haga bien. Porque a pesar de los muchos beneficios asociados a este comportamiento simple, rara vez se practica correctamente. Por esta razón, es esencial que nos unamos para promover el correcto lavado de manos con jabón. Y que celebremos jubilosamente el día mundial del lavado de manos

 

Lorenzo Correa

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