La reutilización, es una opción factible, pero aún poco fiable. ¿Podríamos denominarla “literaria”?. De la Comisión Europea llegan buenas noticias que aumentarán la confianza en ella. Porque es una alternativa imprescindible de aportar al futuro del agua. Proponen un reglamento que armonice, regule condiciones a cumplir y otorgue, precisamente, confianza, al agua reutilizada
Examinemos el estado de la cuestión. Cuando crucemos el umbral del primer cuarto de siglo (en siete años nada más), la escasez absoluta de agua será una realidad diaria para unos 1.800 millones de personas. Habremos llegado a esta terrible encricijada sin dejar ni un solo momento de verter al medio ingentes volúmenes de agua contaminada o mal tratada. Nadie aprovechó el carbono y los nutrientes que llevan dentro. Si se trataran adecuadamente, podrían ser fuente de suministro de agua, fertilizantes y energía.
Pero, en realidad, el concepto de reutilización no es solo literatura, no es un sueño dirigido, es solo una decisión de la política hidráulica. La buena noticia de la que nos ocuparemos hoy, está relacionada con ella, a través de la legislación europea. Nuevas leyes, significan más confianza, exactamente lo que necesita la reutilización para triunfar. Hoy tenemos ya leyes que seducen y generan confianza en el cliente.
La realidad es ya preocupante, porque más de la décima parte de la población de la Unión Europea padece escasez de agua, mientras que un 17% del territorio está sediento. En la costa mediterránea, de Cádiz a Malta, la quinta parte de la población tiene constante necesidad de agua suficiente, porcentaje que afecta a la mitad de la población en los tórridos estíos de tan turísticos (y productivos), parajes. Pero el dato más demoledor afecta al futuro del agua europeo: para 2030, la escasez y el estrés hídrico afectará a la mitad de las cuencas europeas
Cuando los datos son así de feos, los políticos ponen a trabajar a los planificadores, para que vean qué se puede hacer y a los legisladores para que hagan factible las soluciones a adoptar.
Los primeros nos dicen que las depuradoras urbanas de la Unión Europea “producen” cada año 40 km³ de agua tratada. Pero solo 1 km³ se destina a la reutilización, el resto de considera un residuo desechable. Por eso, los planificadores, hilando fino, proclaman que, sin mucha dificultad, se podría reutilizar un volumen 6 veces mayor de lo que ahora se reutiliza en solo 7 años.
Para ello, hay que seducir con argumentos que generen confianza. Los primeros se refieren a los tópicos de moda, como la “economía circular”, en la que la reutilización aportaría beneficios ambientales, sociales y económicos. Está bien para comenzar, pero seduce poco, porque la creencia social en los beneficios de esta tecnología es negativa. Además, en Europa no existe todavía un marco legal, del tipo Directiva comunitaria, que fomente y anime a usarla. Por eso, deben trabajar los legisladores para crear incentivos reguladores y financieros más potentes
Si, como se pretende, se garantiza agua en condiciones a las empresas a un coste razonable, se crearán nuevas oportunidades de negocio mediante una producción más eficiente y sostenible para el productor y para el consumidor. Esta afirmación tan contundente, se apoya en hechos comprobables. Uno de ellos es el crecimiento anual del mercado mundial del agua en un 20%. Otro es que su valor está a punto de alcanzar el billón de euros. Con casi 10.000 empresas de tamaño medio y medio millón de empleos en Europa. Esto significa que por cada punto porcentual que aumente el sector del agua, se generarán medio millón de empleos.
Es evidente que, si se emite una directiva marco al respecto, se estará facilitando que las tecnologías relacionadas con la reutilización pasen de la literatura a la implementación real. De ahí la necesidad de legislar.
Pero, antes de legislar, hay que abonar el terreno de la confianza. Definiendo la manera de seducir al cliente con argumentos diversos y complementarios. No sólo científicos y legales, que son los “normales” por provenir del lado racional. También de otro tipo, para poder vencer su resistencia basada, no en el conocimiento del experto sino en creencias y valores, visiones de la realidad. Las que son difíciles de modificar “solo” con esos argumentos racionales. Porque además, no todos serán favorables.
Veamos los argumentos de los defensores,
- la ciencia garantiza que las aguas residuales urbanas regeneradas adecuadamente con calidad físico química y sanitaria adecuada, son perfectamente utilizables para usos agrícolas y riego de campos de golf, parques, jardines y baldeo de calles. Es decir en usos no potables
- la ley regula esa reutilización por Real decreto y establece el régimen jurídico de uso.
Y los de los de los detractores,
- la calidad actual de muchas masas de aguas superficiales obliga a aplicar tratamientos de alta tecnología y demostrar que sabemos convertir caudales circulantes con enormes carencias cualitativas en agua potable de calidad; mejorar la calidad es importante pero no aporta nuevos recursos, sino que aumenta las pérdidas por tratamiento.
- lo que la ciencia posibilita y la ley regula exige al usuario realizar un esfuerzo en la construcción, mantenimiento amortización y control en continuo de instalaciones de saneamiento para aprovechar este recurso. Ello tiene un coste que depende de la elección en cada caso del mejor proceso y la mejor técnica disponible, pero que exige la implementación de programas de seguimiento coordinados con I+D+I ¿Quién paga?
- Muchos clientes potenciales recelan de usar estas aguas que no tienen “buena prensa” entre los destinatarios de sus productos.
Y conocidos los argumentos, conozcamos también someramente esas leyes nuevas. Las que permitirán utilizar con la mayor garantía de seguridad el agua reutilizada en la agricultura, con la nueva regulación de la UE Se pretende que el agricultor disponga de agua reutilizada con garantías para regar sus cultivos. Que el consumidor de los productos cultivados no tenga la menor duda de que lo que come es saludable, de que no debe tener miedo por el tipo de agua con la que se ha regado. Y que estas prácticas puedan dar un respiro al estado del medio.
Fomentar la confianza del consumidor es el aspecto más débil de la reutilización. La nueva reglamentación europea propuesta va en ese sentido apostando por fijar férreas condiciones en la composición del agua que sale de las depuradoras que aseguren su calidad, incluso ante los má críticos o escépticos.
Liberarla de patógenos, de bacterias tan aterradoras como la E.coli es unos de sus anuncios estrella. Y definir los férreos requisitos de controles rutinarios y de garantías de validación cualitativa del agua que se considere apta para regar, es el otro.
La propuesta distingue cuatro clases de calidad de agua regenerada para diferentes propósitos. También da una indicación de los requisitos de calidad y qué tecnología de tratamiento de agua se puede utilizar para lograrla. Veamos, resumida, la propuesta
Clase de agua |
Tratamiento previo al uso | Coliformes
cfu/100 ml) |
DBO5
(mg/l) |
Sólidos en suspensión
(mg/l) |
Turbidez
(NTU) |
Observaciones |
|
A |
Secundario con filtración y desinfección | ≤10 o por debajo del límite de detección
|
≤10 |
≤5 |
Legionella spp. ≤1.000 UFC/I si hay riesgo de efecto aerosol en invernaderos | ||
B |
Secundario con desinfección |
≤100 |
Según lo fijado en el anejo 1, tabla 1 de la directiva 91/271/ EEC |
– |
Nemátodos intestinales ≤1 huevo/L en riego de pastos o forraje |
||
C | ≤1.000 | – | |||||
D |
≤10.000 |
– | |||||
Clase de agua |
Tipo de cultivo | Tipo de riego |
A |
Cualquier cultivo, incluso tubérculos que se consuman crudos y tubérculos cuya parte comestible tenga contacto con el agua reutilizada | Cualquiera |
B |
Alimentos consumidos crudos cuya parte comestible crece bajo tierra y no tiene contacto con el agua reutilitzada; cultivos de alimentós procesados y cultivos no comestibles incluyendo pastos para alimento de ganadería vacuna o lanar |
Cualquiera |
C |
Exclusivamente goteo | |
D |
Cultivos de siembra, usos industriales o energéticos | Cualquiera |
Fuente: Water Reuse Regulation Annex.
Reutilización regulada. Buena noticia, o eso esperamos. Ojalá los objetivos que persigue el Reglamento, se cumplan. Mitigar la escasez de agua en la UE, garantizar que las aguas residuales tratadas destinadas al riego agrícola sean seguras, proteger a los ciudadanos y al medio.
En el Programa de trabajo de la Comisión para 2018, que da seguimiento al Plan de acción de economía circular, va la propuesta. Con ella, el broche de oro al marco jurídico de la UE relativo al agua y a los productos alimenticios.
Establecer de una vez por todas, estándares europeos para el uso de agua en el regadío, mediante la reutilización, es el reto. Y reducir presión sobre los recursos hídricos, sin afectar al riego ni a la extensión de las zonas regables, el objetivo principal.
Siempre que la propuesta garantice tanto la idoneidad del agua reutilizada para regar, como que el proceso de tratamiento del agua residual siga siendo económicamente viable.
Cuestión de confianza, no solo de raciocinio. Ganarla, hará más fácil conseguir el objetivo.
Lorenzo Correa
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