Las cascadas alegran el recorrido de los ríos y los rejuvenecen a base de inyectarles en vena energía positiva, gracias al poder revitalizante que emana del agua.

Las culturas matriarcales enaltecen su importancia por ser fuente de poder ubicada en lugares sagrados, que genera emociones al ponernos en contacto con la espiritualidad y al permitirnos establecer una relación pura con la naturaleza, que nos transmite su armonía y nos conecta con todos los seres vivos.

Son las cascadas lugar de renovación, a través de la contemplación extasiada o del tonificante baño del que jamás  sale nadie siendo la misma persona que entró.

Comprobadlo en las panameñas cascadas que hoy ilustran nuestra sección, tan misteriosas, que son conocidas como “The lost waterfall”.

Si las encontráis algún día, allá por Boquete, no dudéis en sumergiros en sus frescas y límpidas aguas, porque tras abrazaros a ellas, solo os dejarán para ir a morir en el Pacífico. Aunque quizás sean ellas las que os encontraron.

Que su paz vaya con vosotros y con todos los que en ellas la encuentren. Recordad con Ramón que si bien el agua donde es más feliz es en los cangilones de la noria, antes de serlo, se ha soltado el pelo en las cascadas

Lorenzo Correa

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