El río y el ferrocarril


El río, arquetipo de  lo natural  y el humano aunque  artificial ferrocarril, tienen sus afinidades. Físicamente, ocupan espacios muy cercanos cuando les toca coexistir, pues en muchas ocasiones discurren en paralelo  yen otras, se cruzan.

En el cruce, el ferrocarril invade el cauce con los estribos y zapatas de sus viaductos. El río compensa esta invasión en avenida, cuando invade la niveladísima, simétrica y exacta franja  de la vía férrea. Coexisten en paz,  cuando el clima permite que la vida transcurra plácidamente.  Así es la vida

Desde el tren admiramos el río y su entorno con la máxima comodidad y las mejores vistas.  Nos emociona verlo, como debe emocionar al río ver pasar al tren y adivinarnos dentro de él.

Y es que emocionalmente, el río, como escribió Magris, es la figura interrogativa de la identidad por excelencia. Nuestra identidad colectiva está ligada al río que une pueblos, ciudades y países de manera natural, mientras que la primera unión artificial cómoda y potente de todos ellos fue el ferrocarril, cuya vía es cauce de conocimiento, relación y unión entre las personas y sus cosas, a través de las fronteras.

La esencia materna del río, se complementa con la paterna del ferrocarril y su coyunda genera el nexo de unión que comunica naturaleza y técnica, espacios naturales y obras que facilitan la relación y la vida.

Aunque a veces, cuando su cercanía es demasiado próxima, se produce la invasión, cae el viaducto, se moja la vía y el tren no puede arrancar…o descarrila.

Lorenzo Correa

¡ Síguenos en las redes sociales !

twitter          fb

¿Te interesa la gestión del agua desde la perspectiva del coaching?

Envía un correo a contacto@futurodelagua.com para más información sobre la participación de Lorenzo Correa en charlas, conferencias, formaciones o debates a nivel internacional.

Recibe un email semanal con nuestras publicaciones

Te das de baja cuando quieras.


Deja un comentario