En este mes de enero que comienza en España con menos nieve de la necesaria para hacer bueno el refrán de «año de nieves, año de bienes», recibimos al escritor y poeta chileno Max Jara en nuestro primer rincón poético del año, dedicado hoy a la nieve, para que se anime a visitarnos, como el poeta acaba de hacer, para ayudar con su beso a que la tierra sacie su sed y evitar que la sequía haga más estragos.

Gracias a Jara, oiremos hablar a la nieve en su poema, proyectado sobre la preciosa y nevada villa de Świebodzice, en la Baja Silesia polaca.   Escritor y poeta muy ligado profesionalmente a la ingeniería, llegó a ser  profesor e inspector general en la Escuela de Ingeniería y subjefe administrativo en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile, Jara en lo poético decidió alejarse del romanticismo (quizá por influjo profesional) , del simbolismo y hasta del vanguardismo de Huidobro  y explicar llanamente y sin prisas sus miedos y sus desazones en una forma que recuerda bastante a los juglares medievales españoles, con los que compartía idioma. Y así llegó, en 1956 a obtener Premio Nacional de Literatura de Chile, en un jurado en el que , entre otros, estaba Pablo Neruda.

Poeta breve en producción, nos deleita hoy con la esperada nieve a la que da voz desde lo más profundo de su ser, «cantante hacia el dolor futuro»

Lorenzo Correa

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