Ríos melancólicos


¿Qué sentís cuando contempláis un río melancólico, como los que mostramos en nuestras imágenes de hoy?

Tristeza, aflicción contestarán algunos. Otros indicarán que aunque a los cauces les aflija el progreso, los  que invaden su espacio fluvial están muy contentos, porque así pueden ampliar sus campos de cultivo, edificar casas y fábricas o trazar vías de comunicación en sus antaño salvajes llanuras de inundación. Como siempre ocurre, la risa va por barrios.

Melancolía es bilis negra etimológicamente, porque a ese humor corporal Hipócrates asociaba la tristeza y la sensación que transmite la sequedad y el frío. Y produce un estado de postración permanente en el que quien sucumbe a su dominio, como el río en nuestro caso, no encuentra motivación para hacer las cosas.

Ríos desmotivados y melancólicos, son los que hoy mostramos en este otoño tan seco, que ya va finalizando. Para Víctor Hugo, la melancolía era la felicidad de estar triste. Depende desde donde se mire

 

 

Lorenzo Correa

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