Nada hay más humano que un río piscina, tan atractivo para apaciguar los calores del estío y tan cómodo para acceder a sus cristalinas y refrescantes aguas. Sus márgenes son muros que disponen de escaleras de acceso y salida. Sus riberas están acondicionadas con zonas de recreo, vallas de cierre para evitar que nadie se escape (excepto el agua)  y  que entren indeseables, además hay bar y estacionamiento de vehículos.

Apoteosis del río hecho piscina para el humano disfrute

Disfruten hoy, si nos leen desde el veraniego hemisferio, de esta vigorizante imagen de una garganta en la que se han humanizado, para el disfrute de veraneantes,  el lecho y las riberas que acogen a las cristalinas aguas, que lamen el granito milenario, cuando bajan de la castellana  y española Sierra de Gredos.

Agua viva y sin cloro para bañarse en la piscina natural de la garganta de Gualtaminos

 

Lorenzo Correa

 

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