Debo a mi querido amigo Tony Herrera, eximio biólogo gaditano de La Línea de la Concepción, el haber podido conocer a fondo el también gaditano Parque de los Alcornocales, que con sus 170.000 ha es el tercer espacio natural protegido en extensión en Andalucía. Surca este parque el río objeto de nuestra poética atención de este caluroso, por juliano y español, miércoles de la poesía del agua.
Esquivando sierras, el Hozgarganta, con su etimológica doble fauce, excava continuamente su cauce y serpentea hacia el Atlántico divisando paisajes de enorme belleza, suaves pero siempre verdes debido al microclima húmedo que su priviligiada situación geográfica provoca. Además, permite disfrutar de bosques nubosos (que recuerdan al lejano y tico Monteverde), cuando extienden hacia el cielo la vegetación en lo que aquí se llaman “barbas de levante”, por el viento que las propicia.
El soneto que hoy publicamos, quiere condensar en catorce líneas la exuberancia selvática del parque, que se refleja en el río, sus cuevas, sus senderos infinitos, sus pinturas rupestres, sus paisajes, su gastronomía, su paisanaje y su entorno cercano y lejano, desde el que hace florecer la tagarnina hasta el que da de comer a la vaca retinta.
No en vano mi guía, el amigo Herrera de La Línea, me dijo cuando me presentó al parque:
Estás en la tierra prometía.
Disfrútenla a fondo y quienes no la conozcan, no dejen de visitarla
Lorenzo Correa
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