Recibir la visita de «chevalier servant» del Siglo de Oro español, es algo que no pasa todos los miércoles. Hoy, sí. Don Juan de Tassis y Peralta, conde de Villamediana, nos quiere regalar un soneto de agua y eso es algo a lo que nadie puede negarse, por el bien propio y el de los lectores.

Arquetipo del caballero galante, poeta de amor y de leyenda, de corta pero intensísima vida truncada por un episodio violento jamás aclarado, viajero inquieto… en fin, con Lope, Góngora, Calderón  y Quevedo, uno de los grandes del siglo más grande de la poesía española.

Escribía el conde desde el idealismo amoroso que le hacía huir siempre a otro sitio. Su regalo nos viene de su estancia en París, a donde llegó huyendo de sus descubiertos escarceos amorosos con la marquesa del Valle. Y al ver el Sena, se inspiró con sus ninfas, esas deidades de las aguas que también inspiraron antes a  Garcilaso de la Vega y más tarde a Arriaza,  y compuso este brillante soneto en el que dialoga con ellas. Escuchad con las deidades de las aguas, las añoranzas del conde que pasea las riberas del Sena, sus penas de amor que le han llevado al destierro. Poeta de leyenda, el conde de Villamediana

 

 

 

Lorenzo Correa

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