Arquitecto y filosofo español, discípulo de Zubiri, Luis Felipe Vivanco nos visita hoy con un poema acuático, como no podia ser menos para poder integrarse con los honores que se merece en la galería de nuestro miércoles poético de futurodelagua.

Sobrino de Pepe Bergamín, otro de nuestros poetas acuáticos, Vivanco empezó con el surrealismo fascinado por la estética zahiriente del suburbio, inherente a muchos arquitectos, para acabar siguiendo la estela de Unamuno (otro de los nuestros), ascendiendo a cimas místicas con reminiscencias de otro más de nuestros visitantes, Juan Ramón Jiménez. En la cumbre, encontró  su espacio vital castellano, abulense desde el que nos envía su poema “Qué bien sé lo que quiero” en el que exhibe su plasticidad y dominio del ritmo, hasta conseguir que nos “suene la lluvia” que nutre de caudales al Voltoya, al Adaja  y al Eresma.

Oigámosla, veamos como lava todo lo que toca y sintamos su frescura, dejando que nos nutra de energía vital mientras meditamos entre rocas  y encinares qué nos deparará el futurodelagua.

Lorenzo Correa

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