Lío en Río. La bahía de Guanabara sigue igual, a pesar de los JJOO


Con sorpresa y preocupación leemos en la prensa hidráulica un artículo de la prestigiosa agencia de noticias Associated Press (AP), en el que se narra lo que podemos encontrar si analizamos el contenido de solo tres cucharaditas de té en las que recojamos agua del océano en la Bahía de Guanabara en la hoy  Olímpica Río de Janeiro. Los atletas tenían como principal preocupación las picaduras del mosquito Zika, ahora ya tienen alguna más… y todos nosotros también. En futurodelagua.com ya hemos escrito sobre los contaminantes no  emergentes y los emergentes. El caso de Río es uno más, aunque muy importante, de tantos que hay y sobre todo que habrá desgraciadamente en el futuro, si no se toman medidas drásticas ( y muy costosas), para evitarlo

 

El artículo de AP divulga los resultados de un reciente estudio sobre la presencia de virus, bacterias y otros microbios en el agua de la Bahía de Guanabara de Río de Janeiro, en la que se ubican las conocidas playas de Copacabana e Ipanema.

 

La bahía de Guanabara

Es la segunda bahía más grande de la costa de Brasil, con una superficie de 384 km².  Hace millares de años, el nivel del mar estaba cerca de 130 metros por debajo del actual. y en aquella plataforma continental, hoy sumergida, había restingas, acantilados y dunas donde habitaba una exuberante megafauna, de mastodontes, tigres dientes de sable, armadillos gigantes, megaterios y perezosos que llegaban a medir más de seis metros. Si hoy, como después veremos, la contaminación provoca la desaparición de los peces, ayer también desaparecieron esos enormes bichos. La causa  aún es incierta:  o por falta de alimento debida a la era glacial o por no haber conseguido sobrevivir cuando las aguas del océano Atlántico inundaron toda la zona costera de la plataforma continental, ahogándose. De cualquier forma, se sabe que fue debido a esa inundación, ocurrida hace cerca de 12 mil años, que nació la bahía de Guanabara. Contaminación., inundaciones, ayer y hoy la naturaleza sigue con sus costumbres rutinarias. Lo malo es que hoy la ayudamos bastante a acelerar y potenciar sus malas costumbres.

En sus alrededores viven alrededor de 16 millones de habitantes, de los cuales 6 millones residen en la ciudad de Río de Janeiro, una de las mayores ciudades del país,  anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2016. Aunque la cuenca vertiente a esta bahía comenzó a estar poblada a principios del siglo XVI, no es hasta la década de los 30 del pasado siglo que los impactos ambientales comenzaron a ser severos a causa del proceso de industrialización.

Los principales impactos antropogénicos en la bahía se deben a su severa eutrofización y a la  aparición de microorganismos patógenos vertidos desde  residuos domésticos y / o hospitalarios (virus, bacterias y coliformes fecales), o que proliferan en estas condiciones (por ejemplo, vibriones). La tendencia constante y preocupante al descenso en las poblaciones de peces también refleja la calidad del agua degradada de la bahía.

Aunque la contaminación de la bahía de Guanabara no es un problema reciente, la designación de Río como  ciudad sede de los Juegos Olímpicos de 2016 impulsó al gobierno brasileño a poner en marcha una serie de planes para restaurar la calidad del agua de la bahía. Pero, por desgracia, esos planes no se han realizado  y así se ha perdido una gran oportunidad de que la regeneración de esta Bahía y sus playas pudiera ser uno de los mejores legados de los Juegos Olímpicos.

Los datos actuales,  son preocupantes: Un estudio realizado por un investigador de la Universidade Feevale de Porto Alegre, informa que el año pasado, se encontró una carga viral hasta 1,7 millones de veces superior a concentración límite máxima considerada en la mayor parte de los países. En un nuevo  artículo publicado recientemente, AP reitera esos hallazgos, y en él un profesor de biología de la Universidad de Florida del Sur  sentencia con una frase lapidaria  «Mejor que no metas tu cabeza en el agua»

Los niveles de bacterias y algas que se encuentran en la Bahía de Guanabara, sede de los eventos de vela suponen que ninguna de las playas que la componen sea apta para el baño

Vean lo que hay en el agua:

  • Coliformes: bacterias que no son necesariamente perjudiciales “per se”, pero que indican que otras bacterias, más peligrosas puedan estar presentes.
  • Clostridium: el microbio que esconde el botulismo, el tétanos y la colitis
  • Niveles elevados de Gammaproteobacteria: una clase de bacterias que incluye especies de Vibrio, y causan infecciones intestinales.
  • Klebsiella: puede causar neumonía e infecciones del tracto urinario.
  • Pseudomonas: también es una causa de neumonía, y podría provocar infecciones en la sangre.
  • Superbacterias resistentes a los antibióticos: Como el Vibrio cholerae, que causa el cólera, Klebsiella neumonía y la bacteria Shigella que conduce a una infección intestinal. Algunas de estas bacterias mostraron ser multi-resistentes, lo que significa que son inmunes a más de un tipo de antibiótico.
  • Bacilos: los culpables de las intoxicaciones alimentarias.
  • Adenovirus: una amplia clase de virus que causa afecciones comunes como los resfriados y la diarrea, pero también enfermedades más graves como la neumonía y la bronquitis.
  • Rotavirus: más a menudo causa la gastroenteritis, una inflamación del tracto intestinal que conduce a dolor de estómago, vómitos y diarrea.

Muchas de las bacterias estaban presentes en niveles extraordinariamente altos, por lo que  el riesgo de infección es terriblemente elevado.

Este es el presente del agua en la maravillosa ciudad olímpica y este presente se muestra así porque al no haberse realizado las actuaciones previstas con ocasión de la presentación de Río como ciudad sede de los JJO de 2016,  la cantidad de residuos sin tratar que llegan a la bahía no solo no ha disminuido, sino que continúa aumentando. Además, esta situación provoca otro problema que es el de la proliferación de algas, fenómeno cada vez más común, pues las algas se alimentan con el  fósforo y el nitrógeno de las aguas residuales y aguas de escorrentía. Cuando están bien  nutridas, producen toxinas nocivas y absorben el oxígeno del agua, matando a los peces que lo necesitan para vivir. Y esta abundancia desmesurada de nutrientes también favorece a determinados tipos de bacterias que  pueden ser perjudiciales para los seres humanos.

Lo más preocupante es que en el 90% de los lugares muestreados se encontraron niveles importantes de adenovirus, vías de entrada a las infecciones  y que solo en la playa de Ipanema  los niveles de rotavirus superaban las 32 ppm.

Y la solución no es dejar de bañarse,  porque en la arena de las playas también se han encontrado niveles elevados de presencia de virus.

El presente del agua en Río  

El presente es el resultado de la acumulación, desde hace 75 años, de tres tipos de vertido en la bahía: Incorporación creciente de las aguas negras de Río de Janeiro; desechos industriales de 16.000 puntos de vertido urbano  y aguas pluviales que recogen la contaminación del suelo urbano sobre todo en las primeras lluvias producidas tras un período de sequía. Todo va al mar y pasa antes  por las playas. Y así,  hoy en día, se estima que hasta 18 m³/s de aguas residuales sin tratar se vierten en la bahía, procedentes de los 44 ríos y canales que desembocan en ella, de los que solo 5 no están contaminados. Río, simplemente carece de un sistema de saneamiento eficiente. Numerosos barrios no cuentan con un sistema de alcantarillado y es habitual que en los barrios más pobres, y carentes de gran cantidad de servicios públicos, los ciudadanos tiren sus desperdicios a alguno de los numerosos riachuelos que desembocan en la bahía.

Además, las plantas de tratamiento de agua de la región o no están plenamente operativas o, simplemente, no están en funcionamiento, debido a sus altos costes de mantenimiento o a no estar totalmente acabadas.Construir para inaugurar da votos y portadas en los periódicos. Pero la gestión eficiente del agua exige mantenimiento. Y por ahí viene todos los males, como comprobamos también en Río

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La solución eran los Juegos Olímpicos, que podían  proporcionar el impulso (presupuestos) necesario para que la ciudad mejorara el aspecto de su bahía y de sus aguas, pero no se han realizado las actuaciones planificadas, perdiendo una oportunidad única de conseguirlo: la crisis económica y otros factores socio-políticos (corrupción, ineptitud gestora, desidia, etc), han vencido a la planificación una vez más.

Por eso, en estos días de enaltecimiento universal de los valores deportivos, los atletas olímpicos de las disciplinas de vela, natación en aguas abiertas y remo desarrollarán su tarea en aguas constantemente sometidas a un severo vertido de decenas de miles de litros por segundo de aguas residuales sin tratar, con elevados niveles de microbios y virus potencialmente dañinos. Como cada día del año les ocurre a todas las personas que disfrutan del clima único de la ciudad y de sus espectaculares playas

El futurodelagua.com en Río

En 2009, las autoridades del Estado se comprometieron a realizar una inversión millonaria para limpiar la Bahía de Guanabara, tratando el 80% de las aguas residuales vertidas. Hasta ahora y  tras más de 3.430 millones de dólares  de inversiones tan sólo se ha limpiado la mitad de la bahía .  Aprovechando la elección olímpica, en 2011, el gobierno del Estado de Río de Janeiro publicó  el «Pacto de Saneamiento»  (Pacto pelo Saneamiento), basado en la Ley Federal 11.445 (enero de 2007) que establece las directrices nacionales para el saneamiento. Con este pacto, el gobierno tenía la intención de mejorar  y ampliar los sistemas de saneamiento para la población del Estado de Río de Janeiro, mediante la ejecución de als siguientes actuaciones:

(1) suministro de agua potable,

(2) tratamiento de aguas residuales,

(3) mejora de los servicios de limpieza urbana y  de gestión de residuos sólidos,

y (4) implantación de un sistema de drenaje separativo de aguas pluviales de escorrentía.

El pacto se dividió en tres programas: (a) » Cero Vertederos» (Lixão Cero), que pretende sustituir los vertederos a cielo abierto por plantas de tratamiento de residuos sólidos; (b) «Río  más Limpio» (Río + Limpo), que tiene como objetivo recoger y tratar el 80% de las aguas residuales del Estado de Río de Janeiro hasta 2018; y (c) «Plan de Guanabara Limpia» (Plano de Guanabara Limpa – PGL). Este último, tiene como objetivo restaurar la Bahía de Guanabara reduciendo en un  80% el volumen de  aguas residuales vertidas en la bahía.

Este objetivo era parte de los compromisos adquiridos ante el Comité Olímpico Internacional (COI) como parte de las propuestas de candidatura de Río de Janeiro para ser elegida sede de los Juegos de 2016: la promesa de tratar adecuadamente el 80% de las aguas residuales que entran en la bahía de Guanabara no se ha cumplido. ¿Se cumplirá en el futuro?

Lorenzo Correa

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