Juan de Argüijo, el Guadalquivir, las inundaciones y Sevilla en el siglo de Oro


En un miércoles poético tan cercano a las terribles inundaciones que han sorprendido a los alemanes y sobre todo a los parisinos, traemos a nuestro rincón de la poesía a Juan de Argüijo (1567-1622), poeta sevillano del Siglo de Oro. Nos relata, precisamente, su pánico a la inundación, para recordarnos que este fenómeno no es nada nuevo, como parece para muchos que cada vez que se inunda su lugar de residencia declaran a los periodistas que “nunca había visto una crecida como esta en toda mi vida”, demostrando así la debilidad de la memoria histórica popular respecto a las inundaciones. Como prueba, Argüijo compone este soneto “Al Guadalquivir”, testigo como había sido de al menos diez inundaciones y por ello conocedor de su capacidad destructora. Sevilla había sufrido dieciséis inundaciones durante el siglo XVI, todas con la terrible secuela de muchas vidas humanas perdidas, graves daños en casas y calles y una recurrente parálisis comercial con pérdidas importantes de mercancías almacenadas en las aduanas y en las atarazanas. Quedan relatos como este “Comenzó con grandes y continuas lluvias, que de tal suerte ensoberbecieron al siempre soberbio Guadalquivir, que se temió justamente la total destrucción de cuantas poblaciones ocupan sus riberas […] se vio Sevilla casi toda poseída de las furiosas ondas, parte sumergida y anegada, y parte aislada por su mayor elevación; […] discurrían barcos por las calles, en que a los inundados se daba forma a la salida, y a los que no la podían ejecutar se proveía de mantenimientos». Por eso Argüijo le pide clemencia al río en su poema, ese río al que el cronista sevillano Alonso Morgado aludía como el lugar “Adonde se recogen las aguas de la Andalucía” y por el que “Entran en Sevilla ocho ríos caudales de agua, vino, aceite, leche, miel, azúcar y los otros dos de oro y plata” . España y América unidas por el río en Sevilla que además era y es fertilizador de las tierras que le rodeaban y le rodean.
Leed a Argüijo y reflexionad sobre las inundaciones, para que el río, nuestro río, “respete humilde los antiguos muros”

Argüijo

Lorenzo Correa

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0 Respuestas a “Juan de Argüijo, el Guadalquivir, las inundaciones y Sevilla en el siglo de Oro”

  1. Precioso soneto antiguo, pero muy actual y acorde a los tiempos que corren…por momentos gran parte de las ciudades están sometidas al agua ,lo que nos rcuerda que a ese elemento hay que respetarlo…

    1. Sí, por supuesto y sobre todo hay que adaptarse a su fluir. Ahora tenemos herramientas que nos hacen creer que podemos dominar al río y al encauzarlo, hacer que haga lo que nos conviene. Poderosas herramientas que producen una falsa seguridad. Como dijo Victor Hugo en esa obra maestra que es «Los trabajadores del mar»: «El agua es dócil porque es incompresible, se desliza bajo culaquier presión o esfuerzo. Si se la empuja por un lado, se escapa por el otro. Así es como se hace ola. En esta conversión está su libertad»
      Respetemos la libertad del agua. Esa es la clave. Si no, la ola nos arrastrará

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