Nuestro miércoles poético va visitando, sin prisa pero sin pausa, todos los países de habla hispana y reclutando en ellos poemas acuáticos de sus nacionales. Hemos llegado hoy a la preciosa Borinquen y en ella hemos invitado al «Caballero de la Raza«, el gran poeta  José de Diego, nacido en la villa de Aguadilla, fundada en 1775 por Luis de Córdova, hídrica toponimia que marcó el contenido de algunos de sus poemas.

En «El ojo del agua» el autor nos presenta un soneto clásico repleto de impresiones sensoriales y de alusiones mitológicas con un final en el que aparecen las connotaciones religiosas. De Diego une lo sensorial a lo auditivo, con el lamento del cíclope prisionero al que responde un coro.. y  nos recuerda a Góngora…los rumores de la fuente, las emociones seductoras del agua a las que siempre aludimos en nuestro blog, los reflejos luminosos de las ondas en movimiento, la vertiginosa, áurea y rosada trayectoria del pez.

De Diego acaba preguntándose por el origen misterioso del manantial, como nosotros nos preguntamos siempre por el futuro del agua investigando también  sus orígenes. Y halla la respuesta en que ese origen está en su villa natal, en Aguadilla… interesante hallazgo que nos recuerda que ese don del cielo que es el agua se origina siempre en nuestra casa natal, en nuestro cuerpo, que es donde recibimos todos la virtud sacramental del agua y del fuego. Lean y reflexionen sobre donde está su «Aguadilla»

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