Si hace dos semanas inauguró las visitas cubanas a esta galería poética de los miércoles de futurodelagua.com el poeta del siglo XIX José María de Heredia, hoy traemos de nuevo a un poeta cubano, en esta ocasión del siglo XX: José Lezama Lima. Leer a Lezama es un placer metafísico, sobre todo porque fue un poeta que siempre huyó de la razón y no en vano decía que el triunfo del estilo es no tenerlo…”No sé si tengo un estilo, el mío es muy despedazado, fragmentario, pero en definitiva procuro trocarlo, ante mis recursos de expresión, en un aguijón procreador”.
Su lenguaje, como el lenguaje en general, pocas veces explica lo que son las cosas, por eso hay que interpretarlas y la poesía es la mejor intérprete conocida. Proyectamos hoy un poema de nostalgia “Ah que tu escapes”, que pertenece al segundo poemario de Lezama, titulado Enemigo Rumor (1941), correspondiente a la sección denominada Filosofía del clavel .
Y lo publicamos sobre un paraje nostálgico para los que escribimos en este blog como es el río Acero en la Sierra Morena andaluza, tierra de sensaciones y paisajes infinitos y amenos: «Quien dijo Sierra Morena bien supo ponerte nombre, lo puso con la color del deseo de los hombres. ¡Tierra de mi corazón!»
Este poema espanta a la razón, pues sus imágenes nos llevan a lugares tan difícilmente definibles como el paraje de Sierra Morena citado y allí se nos abre y nos da la llave de entrada revelándonos que es un poema que trata de esa “viajera” incansable que es la Poesía y a la que es difícil retener más de lo que ella permite y concede, para maravilla y asombro de todos, incluido el autor.
Y la poesía moja (el agua lo moja todo), las puntas de la estrella en otra estrella enemiga, que va mojando sus puntas en sus “contrarios”, esa razón mojada, generada y generadora de “dialéctica”a la que la Poesía no le cree nada de nada
En ese “baño dialéctico”, en esa misma “agua discursiva” que discurre por el río se baña “el inmóvil paisaje”, es decir todo aquello que NO se mueve y nos fija, nos sitúa en el tiempo y el espacio.
Lezama nos advierte… “Ah, si pudiera ser cierto”, que todos nos bañemos en el mismo “charco”, pero no al mismo tiempo que “el paisaje inmóvil y sus habitantes”, no en el mismo momento, sino con distancias considerables. Porque nadie se baña dos veces en el mismo río, pero todos nos hemos bañado alguna vez por primera, segunda y tercera vez y así y nunca es el mismo río y nunca somos los mismos y no siempre lo hacemos juntos
“Ah, que tu escapes”, poema de nostalgia, de añoranza de pasado y futuro enfrentado desde el presente.
Lorenzo Correa
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