El Acuerdo de París, fue firmado el pasado 12 de diciembre 2015 por los 195 países miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. A pesar de la campaña #ClimateIsWater no se pudo conseguir que se definiera nada concreto en este Acuerdo para regular, planificar impulsar o divulgar las estrategias a adoptar para llevar a cabo los ímprobos trabajos a realizar para una mejor conservación de los recursos hídricos y para garantizar su acceso universal. Una oportunidad perdida más cuando cada vez nos queda menos tiempo para abordar con éxito la solución de estos problemas
#ClimateIsWater es una iniciativa internacional que pretende potenciar la visibilidad del agua en el marco de las discusiones sobre el cambio climático ante la cumbre de París y después. El esfuerzo colectivo que representa esta iniciativa emerge del propósito de diversos miembros de la comunidad internacional del agua para unir esfuerzos destinados a dar al agua el protagonismo que se merecía durante la Cumbre y a partir de su celebración, en el futuro inmediato
Respecto a la Cumbre de París, desgraciadamente el agua no figuraba en un lugar destacado en la agenda oficial del evento, a pesar de que absolutamente todos los impactos del cambio climático se manifiestan a través del agua, por el agua y con el agua. Por ello, los miembros de esta iniciativa internacionañ (que representan a miles de usuarios de todo tipo), decidieron actuar para llamar la atención mundial sobre esta falta de consideración, ahora y en el futuro. Y estarán presentes en las siguientes ediciones de la cumbre con un mensaje claro y directo: El clima es agua
Porque, si miramos el mundo desde una perspectiva local, el agua se convierte en el área prioritaria de intervención para la adaptación de las poblaciones a los cambios que se nos vienen encima sin remedio.
Porque es ya un hecho evidente que la adaptación local a los cambios solo se produce tras ricos y complejos procesos que incluyen infinidad de conversaciones para llegar a los acuerdos que permitan crear nuevas organizaciones más capaces de afrontar los retos que plantea un medio hídrico cada vez más alterado y profundamente degradado. SEDUCIENDO
En estos procesos se cuestiona y decide el tipo más adecuado de desarrollo local. Ya tenemos ejemplos paradigmáticos de cómo a partir de una situación de emergencia que obliga a mantener una lucha titánica contra la discriminación en el acceso al agua, se movilizaron energías para conseguir cambios importantes y trascendentes en amplias capas de la población carente de servicios básicos del agua diaria. Esto ha ocurrido recientemente en lugares tan distantes como India, Palestina, Mali y Benin. Estos nuevos modelos de desarrollo, combinan el acceso a la conservación del agua y de los recursos y reflejan la diversidad de las posibles maneras de adaptarse a las circunstancias. Y estos ejemplos son los que deberían haber sido utilizados durante la Cumbre para diseñar futuras estrategias de gestión del futuro del agua consensuadas por los países firmantes.
Al no haber sido así, sorprende y preocupa el hecho de que el Acuerdo de París no haya incluido entre sus contenidos un mayor apoyo a la gestión local de los servicios de agua y saneamiento, porque el apoyo reforzado a los servicios locales de gestión del agua y del saneamiento es ahora más que nunca, indispensable. Y porque como ya hemos señalado en anteriores artículos de este blog, los datos de año pasado preocupan: nada menos que 663 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable tratada. Y, lo que es peor, 2.400 millones de personas carecen de acceso a instalaciones de saneamiento mejoradas. De ellas, 946 millones defecaban al aire libre.
No queda más remedio que continuar publicando estos datos y divulgando esta dramática situación. Así las cosas, los participantes de #ClimateIsWater en la Conferencia de las Partes (COP 21), subrayaron que los aspectos relativos a la gestión ambiental ejemplar, el uso sostenible de las instalaciones y equipamientos y la verdadera lucha contra los efectos del cambio climático solo pueden ser tratados y solucionados preguntando y escuchando las respuestas de las propias comunidades locales para asegurar su futuro. El apoyo externo de las ONG, de las asociaciones profesionales y de las agencias del agua es el elemento desencadenante y a la vez el complemento necesario de las dinámicas adoptadas para fomentar la preservación del medio y el acceso al ciclo de los servicios del agua. Al futuro del agua que tanto nos motiva, nos preocupa y nos ocupa. Porque el agua no es un sector, sino un conector.
Lorenzo Correa
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