Las incertidumbres respecto a la gestión del agua en el siglo XXI son casi infinitas: el reparto equitativo es cada vez más difícil a causa de la superpoblación, con cada vez más personas ubicadas en lugares sin fuentes naturales abundantes de recurso para satisfacer sus necesidades. Esta concentración supone un vertido de aguas residuales a los ríos, a las depuradoras urbanas o al mar, muy concentrado y de difícil neutralización antes de llegar al medio receptor.
Las leyes ambientales de los países avanzados y las de los que ya están en vías de desarrollo, obligan a depurar cada vez mejor y a eliminar sustancias contaminantes ahora que antes no lo eran, porque ni siquiera podían ser detectadas por las herramientas de análisis, o directamente porque no existían. Tal es el caso de los medicamentos que ingerimos en cada vez mayor número
Cantidad y calidad. Si ponemos a España como ejemplo, hace no más de 90 años, el país (representado por los políticos que entonces decidían), se dotó de una administración del agua cuyo objetivo fue ordenar y gestionar el reparto equitativo de un recurso entonces abundante en algunas zonas y escaso en la mayoría. Para ello, hubo que modificar el paisaje y ello fue muy bien recibido por el paisanaje. Y Unamuno escribió un magnífico artículo periodístico respecto del país, paisaje y paisanaje. Uno de los “padres de la patria hidráulica”. Don Joaquín Costa, lanzó la frase lapidaria que sirvió de tiro de salida hacia la meta: “Domestiquemos los ríos con el freno de los diques y la cadena de los canales”. Hubo trabajo para más de medio siglo y lo pilotaron los ingenieros civiles, modificadores profesionales del paisaje. Se resolvió bastante (nunca del todo), el problema básico del reparto del recurso.
Y surgieron otros problemas, derivados de la modificación del paisaje, que preocuparon al país y al paisanaje: los derivados de la calidad. Treinta años más de trabajo para los ingenieros que construían depuradoras. Hasta hoy.
Lo que falta por resolver del problema del reparto cuantitativo, es conocido y genera conflictos mil. Hoy no lo voy a tocar, prefiero escribir sobre el problema cualitativo, que va tomando protagonismo, que va creciendo y que tiene a otros profesionales que ya no son aquellos ingenieros modificadores del paisaje, llamados a resolverlo. Un abanico diverso y enorme de profesionales entre los que destacan químicos, biólogos, ambientólogos y farmaceúticos, con los médicos esperando al otro lado para certificar que un agua doméstica es potable y los psicólogos iluminando un fosco paisaje dominado por las sombras de la falta de motivación para vivir que nos llevan a abusar de los fármacos y/o de las drogas y a contaminar nuestras aguas. ¿Cómo?
Vamos con ello. ¿Qué hay en el agua de raro, de no convencional, para preocupar a tan distinguidos profesionales? Restos de medicamentos. ¿Tantos? Parece ser que sí, porque contra el dolor, pastilla, contra la infección antibiótico, para el bienestar, farmacopea de laboratorio químico. Antiinflamatorios para la jaqueca, con un vasito de agua, remedio universal, todos lo usamos. Luego al baño y…ya saben lo que comienza al tirar de la cadena: la amenaza para los peces, pues eliminamos a través de la orina una media de unas tres cuartas partes de la pastilla que nos quitó el dolor, que servirá como “alimento” involuntario de la fauna acuática dulce y salada.
Ibuprofeno, aspirina, antidepresivos, hormonas y esteroides procedentes de pastillas anticonceptivas, son sustancias ya muy comunes en los ríos del mundo desarrollado y causan problemas en la reproducción de las especies al bajar las defensas de su sistema inmunitario
Hay que añadir más productos que nos ayudan a estar más limpios y guapos, como champús (para humanos y perros) y maquillajes. Una solución está en dotar a las depuradoras urbanas de la capacidad de tratar aguas con estos productos, ya que ahora eliminan menos de la mitad de su carga contaminante. No es fácil, porque son productos de los que aún no se tiene muchos datos y además será caro y lento. Y ya soportamos bastantes gastos con los tratamientos “convencionales” para añadir algunos más. Cuando oigo a los políticos hablar de gestión «moderna» del agua, echo en falta en su elaborado discurso una mención a las nuevas certezas del agua que hacen que cada vez sea más caro y técnicamente complicado conseguir el objetivo que las leyes marcan y la ciudadanía exige. ¿De dónde saldrá el dinero para ello? ¿Cómo se pueden abaratar los costes reduciendo las emisiones contaminantes?. Eso está en sus manos.
Mientras tanto, podríamos hacer algo que sí está en nuestras manos, usando en la ducha estos productos con mesura y empleando los fármacos de una manera más razonable y eficaz, pues según la Organización Mundial de la Salud, el 50% de los fármacos son empleados de manera inapropiada.
En el caso de los medicamentos, ya hay propuestas en este sentido y no me resisto a dejar de reproducir aquí una de ellas, que he encontrado en la red: se trata de una blog con un título muy sugestivo: “Más plantas y menos Prozac” http://masplantasymenosprozac.blogspot.com.es/
Reproduzco el inicio de su presentación:
España es uno de los países donde más medicamentos tranquilizantes e hipnóticos se consumen. En general, cuando hablamos de este tipo de medicamentos nos referimos a las benzodiacepinas. La crisis económica, el poco tiempo que el médico de cabecera nos puede dedicar y la falta de psicólogos en atención primaria son algunas de las causas de este consumo tan elevado. Son medicamentos que, salvo casos específicos más graves, sólo deberían tomarse durante poco tiempo, de 2 a 4 semanas en el tratamiento del insomnio y hasta 12 semanas en caso de ansiedad.
Acabo recomendando su lectura para comprobar como partiendo de dos perspectivas diferentes, se llega a la misma conclusión, aportando una solución al alcance de todos, barata y eficaz que por una parte nos lleva a solucionar nuestros problemas de estrés y ansiedad de poca gravedad con el empleo de plantas naturales y por otro evita las consecuencias tan terribles antes citadas para nuestros ecosistemas acuáticos y, por supuesto, para nuestra salud y la de nuestras aguas.
Certeza del futuro del agua, una nueva componente a introducir en el debate de la gestión del siglo XXI. Cuanto antes, mejor. Sirva este post como aldabonazo en las conciencias de quien debe introducir estos temas en su discurso y de quienes podemos reducir el problema en su origen con nuestros adecuados comportamientos al respecto. Sí…más plantas y menos Prozac. Felicidades por la idea.
¿Te interesa la gestión del agua desde la perspectiva del coaching?
Envía un correo a contacto@futurodelagua.com para más información sobre la participación de Lorenzo Correa en charlas, conferencias, formaciones o debates a nivel internacional.
Lorenzo, muy bueno el artículo sobre el consumo excesivo de fármacos y su incidencia directa sobre la calidad de las aguas continentales y marinas
La presencia de drogas en el agua que llega y sale de las depuradoras, tratada en este post , se pone una vez más de manifiesto en este artículo que ahora reproducimos, por su indudable interés y oportunidad
http://www.aguasresiduales.info/revista/noticias/puntualizaciones-sobre-contaminantes-emergentes-en-lodos-de-depuracion-YVaco#.Vbins-3GhVE.linkedin
Saludos mi estimado Lorenzo.
En realidad todo lo que se desenvuelve en un ambiente ecológico es lo mejor, por eso debemos propender al uso adecuado del agua potable, que en cierto modo está libre de contaminantes, pero resulta infructuoso encontrar agua pura, ya que cuando llueve ésta viene arrastrando todos los aerosoles que se encuentran en el medio, producto de las fumigaciones, por eso es necesario someterle a un sistema de tratamiento.
El producto agua tiene una importancia natural, recuerdo cuando era niño mi abuela nos obligaba a beber un jarro de agua tibia diario, unos 40 minutos antes del desayuno, pero cuando mi abuela se murió, mi madre continuó con esta receta, de tal forma que me rebele y le manifesté que la Abuela ya se había muerto y porque continuaba dándonos el agua antes del desayuno y Madre me pregunto, conque se lava la ropa, conque se bañan las personas, con que se limpia los vidrios y todo esto recaía en el elemento del agua, entonces mi madre me dijo todo se limpia con el agua, por eso es necesario beber agua para que te limpie de todos esos elementos dañinos que existe en nuestro organismo y esta experiencia tiene mucha razón, que aún mantengo la bebida del agua todas las mañanas y muy pocas veces me enfermo.
¡Qué casualidad, amigo Fausto! Yo también la bebo en ayunas cada día. Estoy completamente de acuerdo con sus argumentos. Nuestra intención en este post era enfatizar que hay cada vez más contaminantes emergentes en las aguas superficiales y subterráneas que antes o no se medían porque la legislación no lo exigía, o no se podían medir porque no había el aparellaje de laboratorio del que ahora disponemos, o no existía, porque hace 60 años poca gente tomaba tanta droga ni medicamentos como ahora se toman. Y esos contaminantes emregentes traspasan los filtros de las depuradoras. Si no queremos que los traspasen, o no los tomamos o invertimos mucho más en mejorar esos filtros. Esa es la incertidumbre, ahí está el dilema social. Lo malo es que muchos ni lo saben. Gracias por sus siempre bienvenidas colaboraciones
Buenas Lorenzo,
El tema de los contaminantes emergentes no se debe atacar sólo por el camino de la tecnología, sino también por el camino de la conciencia ciudadana y la información. Las personas abusan de todos los productos que citas y ni siquiera saben que tienen consecuencias negativas sobre el medio ambiente. Es más, muchas veces ni los propios médicos conocen la problemática asociada con el abuso de medicamentos que ellos mismos recetan.
En el Blog de Agua Ecosocial hay un artículo publicado sobre el tema que dejo aquí por si resulta de interés a tus lectores: http://aguaecosocial.com/medicamentos-en-el-agua/
Un abrazo!
Ernesto Cidad
Muchas gracias por tan completo artículo y por seguirnos. Estoy completamente de acuerdo contigo en lo que dices y esa ha pretendido ser la orientación de mi artículo. De ahí el lema más plantas y menos Prozac. Cuanto menos medicamentos maquillajes champúes etcétera se utilicen a cambio de utilizar otros productos más naturales e inocuos, mejor para todos también para nosotros. Gracias de nuevo porque estamos totalmente de acuerdo también en la orientación
No se me había ocurrido que los remedios que tomamos podían perjudicar el agua.
Pero pensándolo me doy cuenta que tiene razón.
Aquí, en Uruguay el agua de la canilla es potable.
Tengo curiosidad por saber si en España lo es en todo el país.
Un abrazo.
Por supuesto que lo es. En toda España se puede beber agua de la canilla con todas las garantías de potabilidad. La legislación europea es muy exigente y en España se cumple a rajatabla