El liderazgo es un atributo de habilidades convertidas en hábitos (nada es innato). Los líderes de la gestión del agua (como cualquier líder), independientemente de sus aptitudes profesionales, necesitan habilidades actitudinales.
Una de esas habilidades es la de determinar el estado de ánimo de una comunidad, diseñando los estados de ánimo de sus comunidades, generándoles nuevos horizontes de posibilidades y nuevas acciones que se hacen posibles. Deben comprometerse en la invención o expansión de lo posible.
Los líderes declaran como posibles cosas que el resto de la gente considera imposibles, son los primeros en comprender la naturaleza de los cambios para emprender caminos que otros encontrarán más difíciles y de obtener ventajas que eventualmente les permitirán convertirse en pioneros y líderes en sus respectivos campos. Son responsables de diseñar el futuro y saben cómo aprovechar plenamente los juicios para orientarse en medio de las incertidumbres del futuro. También evitan convertirse en prisioneros de sus juicios o del pasado que esos juicios traen consigo.
Si quieres profundizar en este apasionante mundo de la conversión de las habilidades en hábitos, si te interesa saber cómo se diseña la gestión seductora del agua, hablemos:
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Interesante post. Un saludo
Muchas gracias. A la gestión por la emoción.!!!